Fundación Chinquihue facilitó larvas de choritos a la Universidad de Concepción

Sep 25, 2017

Los ejemplares fueron producidos en el hatchery de la Fundación y están destinados a un proyecto ejecutado por la universidad penquista, que espera mejorar la captación de semillas de mejillón chileno.

Cerca de 10.000 larvas de mejillón chileno (Mytilus chilensis) próximas a la etapa de metamorfosis fueron despachadas este mes, desde el hatchery de Fundación Chinquihue, ubicado en Puerto Montt (región de Los Lagos), hacia la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la Universidad de Concepción (UdeC).

Esta partida, que se enmarca dentro de la colaboración interinstitucional existente entre ambas organizaciones, será utilizada por investigadores de la UdeC en el contexto del proyecto «Desarrollo de un producto inductor que aumente la captación de semillas de mitílidos» (Fondef IDeA ID16I10154), liderado por el doctor en Biología de la Universidad de California y académico de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la casa de estudios penquista, Eduardo Tarifeño Silva.

Según lo explicado por la biólogo marino y jefa del hatchery de Fundación Chinquihue, Viviana Videla Vidal, al momento de la entrega los ejemplares contaban con un mes de vida desde la fecha de desove, encontrándose en la etapa inmediatamente previa a la metamorfosis, desde la fase planctónica (nadadora) a la bentónica (cuando se fijan a una superficie).

Larvas de mejillón (Foto gentileza Fundación Chinquihue)2

De igual manera, la especialista precisó que las larvas que se producen en el hatchery de Fundación Chinquihue cuentan –entre otros atributos- con una procedencia conocida, a través del ingreso de parentales, o reproductores, con información detallada respecto de su origen, edad y lugar de extracción o producción. «Por lo tanto, se pueden manejar los cruzamientos y, posteriormente, el tamaño y la sobrevivencia. De esta forma, es posible seleccionar larvas y entregarlas en función de su calidad para distintos fines», puntualizó Videla.

«Además, podemos producir en distintas épocas del año, acondicionando los reproductores y realizando desoves cuando se requiera. No obstante, necesitamos un aviso previo de al menos 60-90 días, para poder disponer del cultivo de microalgas que servirán de alimento para los moluscos, así como acondicionar los reproductores para una buena madurez y realizar el cultivo larval», complementó.

El hatchery de Fundación Chinquihue cuenta con las capacidades necesarias para entregar larvas de mejillón chileno para el desarrollo de investigación larval en distintos estudios a pedido. Para mayor información, puede contactar a Viviana Videla en vivianavidela@fundacionchinquihue.cl

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