Industriales piden respetar la institucionalidad para la creación de nuevas áreas marinas protegidas

Nov 27, 2017

La Sociedad Nacional de Pesca (Sonapesca), la Asociación de Industriales y Armadores Pesqueros de la Región de Coquimbo (AIP) y la Asociación Gremial de Palangreros de Alta Mar exigen que se respete el derecho de las comunidades y las actividades económicas afectadas a participar en el proceso, cuestión que hasta ahora no ha sucedido. Además, piden que la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) tome parte en el debate.

Los planes del Gobierno de crear un área marina protegida que abarque gran parte de las aguas oceánicas frente a la costa de la comuna de La Higuera, y un parque marino en la zona del archipiélago de Juan Fernández, sin que hasta ahora se haya hecho participar plenamente a las comunidades y actividades económicas involucradas, han puesto en alerta al sector pesquero regional. Sostienen que ambas iniciativas ponen en peligro la sustentabilidad de la pesca local, amenazando su propia existencia, lo que ha llevado a que la Sonapesca, la AIP y la Asociación Gremial de Palangreros de Alta Mar se unan para exigir que se respete su derecho a opinar en estos procesos, y que la autoridad sectorial, como es la Subpesca –dependiente del Ministerio de Economía–, se incorpore al debate.

En efecto, la posible creación de un nuevo parque marino en la Zona Económica Exclusiva que rodea a las islas de Juan Fernández implicaría la prohibición total de actividades de pesca oceánica, golpeando directamente a los pescadores tanto artesanales como industriales que se dedican a la captura de pez espada y jurel. En tanto, un proyecto liderado por el intendente de la región de Coquimbo, Claudio Ibáñez, pretende extender un área marina protegida en las aguas que circundan las islas Tilgo, Chungungo, Pájaros 1 y Pájaros 2, y los islotes Farellones 1, 2 y 3, en La Higuera, cuestión que impediría el trabajo de otros rubros pesqueros, como la extracción de crustáceos demersales (camarón nailon, langostino amarillo, langostino colorado y gamba).

En todos estos casos, se trata de actividades pesqueras de larga data, que durante décadas han trabajado en esas aguas y que, en el caso del pez espada y los crustáceos demersales, tienen en Coquimbo su principal base de operación a nivel nacional, con miles de puestos de trabajo en personal de flota, apoyo en tierra y plantas de proceso. Más aun, tanto el pez espada como los crustáceos demersales están dentro de las pesquerías más sustentables del país, no sobreexplotadas, e incluso más, en el caso de los crustáceos demersales, con certificación internacional de sustentabilidad.

Coquimbo (Foto AIP)

«Yo, como presidente de AIP y de Sonapesca, quiero dar una señal y decirle a las autoridades y a la comunidad nuestra que se debe respetar la institucionalidad», enfatiza Osciel Velázquez, principal dirigente del sector, quien afirma que no se trata de oponerse a las iniciativas tendientes a proteger la biodiversidad de los mares, pero respetando los criterios generales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) sobre el tema, la cual recomienda socializar las decisiones relativas a parques marinos, de manera de prever y remediar los posibles perjuicios.

«Nosotros no estamos en desacuerdo con las áreas marinas protegidas. Al contrario, estamos por la sustentabilidad, el cuidado del medio ambiente y los recursos naturales, pero sí queremos ser consultados. La FAO nos dice que para la creación de un parque marino tienen que ser consultados incumbentes, la gente que trabaja en el lugar y las comunidades; esto es fundamental. Después tiene que hacerse un estudio que determine el impacto real, y de acuerdo con esto nos sumamos todos», puntualizó.

En tanto, el presidente de la Asociación Gremial de Palangreros de Alta Mar, Sebastián Vera, destacó que en la formulación de proyectos tan importantes como la creación de áreas marinas protegidas «hay que convocar a todos los sectores, no es cuestión de llegar y crear un parque marino sin que quienes hayan pescado históricamente ni siquiera sepan. Creemos que el organismo que debe velar por el sector pesquero y por los recursos es la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura del Ministerio de Economía, pero no el intendente de la región, que no le corresponde, ni tampoco el Ministerio del Medio Ambiente. Queremos que las autoridades del sector pesquero, que son quienes nos rigen y quienes conocen los detalles del sector, se sienten con nosotros en una mesa, se ventilen todos estos temas antes de tomar cualquier decisión. Hay que preocuparse de la conservación de los recursos, pero orientado al consumo, para que sean bien usados para la alimentación del ser humano».

Ambos dirigentes comprometieron gestiones a todo nivel para resolver esta situación.

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