Chile se encuentra entre los diez principales países acuicultores del mundo, siendo el segundo proveedor global de salmón y chorito (mejillón) de cultivo. A pesar de lo anterior, actualmente esta industria no cuenta con información analizada, integrada y dispuesta de manera pública, con indicadores estandarizados, confiables y oportunos, que permitan conocer su desempeño y proyecciones. De allí que el Programa Nacional Estratégico en su Componente Acuicultura planteara entre sus prioridades de 2017 diseñar un Observatorio de la Acuicultura Nacional, tomando en consideración diversas experiencias internacionales y nacionales.
Este Observatorio podrá aportar información confiable para tomar decisiones en los ámbitos público y privado, apoyándose en datos disponibles desde diversas fuentes disponibles en la actualidad –como el Sistema Integrado de Manejo de la Acuicultura (SIMA) en proceso de implementación por parte del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) y el soporte técnico de CSIRO Chile con fondos FIE del Ministerio de Economía– mejorando la productividad del sistema industrial y el desempeño de políticas públicas.
Permitirá, ya a partir de su fase de implementación, mejorar las bases de análisis para, por ejemplo, conectar la localización de la industria con la oferta de educación, salud y vivienda en las localidades donde esta opera, establecer las necesidades de inversión en infraestructura para equilibrar adecuadamente el crecimiento industrial con el desarrollo de las comunidades asociadas o, en aspectos más asociados a la productividad de la industria, evaluar relaciones entre factores ambientales, sociales y sanitarios, entre comunidades y conflictos, o requerimientos de logística por mencionar algunas líneas posibles de desarrollar.
Según el presidente del Programa Nacional Estratégico, Luis Pichott, lograr un resultado como el esperado involucrará un gran esfuerzo de integración entre todos los actores de esta industria. «No solo porque hay fuentes de datos de buena calidad en diversas instituciones y organismos tanto de gobierno como privados, sino porque se requieren modelos de gobernanza mixtos que aseguren transparencia al mismo tiempo que consenso en las prioridades sobre las cuales trabajar», subrayó Pichott, precisando que «por ahora esperamos que esta propuesta sea implementada durante el año en curso».