Desde 2007, cuando la compañía chilena Innovex implementó sus primeros sistemas de monitoreo de oxígeno y temperatura con registro continuo y transmisión en tiempo real, comenzó un aprendizaje muy relevante para la industria del salmón. Algunos de los nuevos conocimientos son que el mar no es tan estable en cuanto a sus condiciones fisicoquímicas, tanto en los ciclos mareales, circadianos, circa anuales e, incluso, de un año para otro.
Es más, al masificarse esta tecnología, la actividad comenzó a evaluar sus diferentes centros y en los diferentes ciclos productivos, pudiendo confirmarse que la condición geográfica, batimétrica, exposición, capacidad de renovación de agua, entre muchas variables, hacen que entre dos centros vecinos los niveles de oxígeno sean distintos. Incluso, luego de once años de monitoreo continuo, también se sabe que en ciertos centros hay variaciones entre cada módulo de jaulas e incluso entre jaulas de un mismo módulo.
Todo este aprendizaje «nos hizo poner énfasis en los niveles de oxígeno óptimo para mejorar los factores de conversión y en la tasa de crecimiento de los peces, generando señales de alimentación en ciertos niveles de oxígeno», destaca el gerente general de Innovex, Patricio Catalán, ejecutivo que agrega que «las condiciones de estos últimos años han generado floraciones algales que afectan directamente los niveles de oxígeno, primero sobresaturando por su fotosíntesis y luego consumiendo ese oxígeno en los cuerpos de agua».
Positiva alianza
Como se advierte, las grandes variaciones de oxígeno ponen en peligro cada vez más la biomasa de peces en centros de cultivo y centros de acopio precosecha y, frente a esto, se han desarrollado tecnologías que permiten generar acciones correctivas. En esta línea, Innovex, en conjunto con la empresa nacional Keepex, vienen trabajando en conjunto para automatizar de forma eficiente la entrega de oxígeno desde isotanques o rack de termos a la columna de agua al interior de cada jaula.
«Keepex genera toda la red de distribución de oxígeno, mientras que Innovex automatiza la entrega individual por jaula. La experiencia acumulada en tres ciclos productivos y en diferentes empresas, hacen que hoy nos demoremos un día en implementar el monitoreo individual en cada jaula con sensores ópticos, automatizar con electroválvulas de muy bajo consumo y conectar a un sistema de control automático monitoreado desde una estación receptora en pontón y además en forma remota desde cualquier PC o smartphone con acceso a internet», asevera Catalán.
La autonomía de energía es un factor relevante para la estabilidad de un sistema que debe velar por proteger la biomasa de los peces y, por ello, estas compañías elaboraron sistemas que no dependen de la energía del centro de cultivo, pudiendo actuar en forma totalmente independiente, incluso si el centro no cuenta con pontón.
«La inyección individual por jaula permite mejorar la eficiencia en la entrega de oxígeno solo en las jaulas que lo requieran, con esto no se pierde oxígeno en sectores que no se requieren y que pueden generar un desabastecimiento en los tanques acumuladores antes de poder alcanzar a hacer un recambio o recarga», destaca el gerente general de Innovex.
Un factor relevante es que esta tecnología incorpora la compensación del porcentaje de oxígeno mediante sensores de salinidad en sectores estuarinos o semiestuarinos, lo que permite evitar la sobre o subestimación del porcentaje de saturación de oxígeno y generar una activación o desactivación errónea de la inyección de oxígeno.
«Muy importante es destacar que, tanto Innovex como Keepex, son fabricantes de estas soluciones para inyección de mar, desde los sensores, cajas control, cajas de distribución, mangueras difusoras, entre otros componentes clave. Con eso, los tiempos de respuesta para cambiar un repuesto, una mantención o reparación se acortan drásticamente, por lo general es de un día para otro dependiendo de las condiciones climáticas para ingresar a los centros o acopios», finalizó Catalán.