La Federación Regional de Pescadores Artesanales y Ramas Afines del Biobío (Fedepes) emitió un comunicó donde asegura que la situación en Lebu es preocupante para las mujeres y hombres de mar locales, sobre todo aquellos que se dedican al que actualmente es uno de los pocos recursos disponibles en el territorio, la jibia.
Ello, porque durante la semana pasada se encontraron con una resolución del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) anunciando la implementación de un proceso de fiscalización para la captura del recurso. «Lo curioso de todo es que no hubo ningún anuncio ni marcha blanca previa y, al momento de consultar sobre la resolución al encargado del Servicio en Lebu, luego de enterarnos por redes sociales, tampoco tenía la información certera. Incluso estaba tan impresionado como nosotros», dijo el presidente de la Agrupación de Jibieros y Reineteros de Lebu, Nelson Velásquez.
A esto se suma que la resolución se emite con fecha 19 de abril, firmada por el exdirector del Sernapesca, José Miguel Burgos. Los pescadores se enteraron una semana después, solo cuando los fiscalizadores se presentaron en las caletas, y en medio de discusiones en el Congreso respecto de la regulación para la captura del recurso por parte del mundo artesanal.
– Lea aquí los detalles del proyecto de ley.
Según la nueva norma, las embarcaciones autorizadas a extraer jibia deberán cumplir con ciertos protocolos, que incluyen avisar de su recalada previamente, con al menos una hora de anticipación, identificando a la persona que presenta la información, al armador, a la embarcación, día y hora estimada de la recalada, recursos capturados y su volumen, además de individualizar a la planta comercializadora o elaboradora receptora de la pesca. De igual manera, quienes reciban el recurso para elaborar harina, deberán notificarlo.
Además, deben ingresar su declaración de operación al sistema de trazabilidad, previa constatación de los datos según el Comprobante de Acreditación Legal. Este documento es consignado por el personal del Sernapesca responsable de la fiscalización, y deberá informar -entre otras cosas- la identificación de las especies presentes en el desembarque y su proporción, y el arte o aparejo de pesca utilizado.
Velásquez expresó que la resolución les llegó «como un balde de agua fría. Y debido a esto, y a que no se realizó ningún tipo de marcha blanca, uno de los pescadores recibió una multa, perdiendo cerca de 8 toneladas del recurso capturado».
«Esto nos perjudica. El sistema actualmente nos obliga a pescar de manera ilegal, porque en Lebu, que es zona de rezago nacional, lo único que nos queda es la jibia, pues no hay otra posibilidad de trabajo, pero no nos dejan capturarla. Con esto nos estamos transformando en ladrones de nuestro propio mar, de nuestros propios recursos, prohibiéndonos algo que es nuestro, de los lebunenses», añadió el dirigente.
Por su parte, Sara Garrido, quien es vocera de la Fedepes Biobío, sostuvo que «la resolución no va a solucionar el problema de fondo que existe en Lebu, donde se debe regularizar los registros de los pescadores para que puedan acceder a la jibia. Entonces, nuevamente el Sernapesca está poniendo los bueyes delante de la carreta. Lo que sostenemos es que antes de sacar una resolución así, hay que conversar y consensuar y trabajar lo que significa hoy no tener un recurso inscrito».
De esta forma, los dirigentes de Lebu esperan que la resolución pueda ser retirada en favor de los pescadores artesanales, sobre todo de la localidad de Lebu. Por ahora, precisó Velásquez, están organizándose entre agrupaciones de jibieros de Llico, Tubul, Quidico, Isla Mocha y Tirúa, «para defender el recurso en la zona».