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Schouw & Co President: “Aquaculture has a bright future”
Schouw & Co is one of the most important economic groups in Denmark, with a presence in 25 countries and sales of more than US$2.6 billion (2017).
In 2005, Schouw & Co became the largest shareholder of BioMar and a feed supplier for more than 45 aquaculture species with plants in every continent.
Jens Bjerg Sorensen, the President of the firm and former CEO of BioMar, has regularly visited Chile since the 1990s witness the transformation of the salmon farming industry.
The executive told AQUA he has witnessed an impressive evolution of the industry during this time, especially around Puerto Montt.
Sorenson is not surprised at the current consolidation trend in the Chilean salmon farming industry. This occurs around the world with different industries, he says, and requires large-scale suppliers with a higher level of professional service.
In regards to stricter salmon farming regulations, Sorenson admits he is in favor of less regulation but considers them a positive challenge which, in this case, will grant the Chilean industry more stability.
If the industry takes responsibility of prioritizing sustainability, even if some situations are not profitable, aquaculture has a bright future, Sorenson affirms.
ESPAÑOL (ES)
Para el común de los chilenos, el nombre Schouw & Co. no es conocido. Sin embargo, es uno de los grupos económicos más importante de Dinamarca, fundado en 1878, con ventas por más de US$2.600 millones (2017), presencia en 25 países y donde trabajan alrededor de 7.000 personas.
Quizás, tampoco ayuda mucho si se dice que es dueño de Fibertex Personal Care, Fibertex Nonwovens, HydraSpecma, Borg Automotive o GPV. Sin embargo, se hace más cercano al recordar que en 2005 adquirió un porcentaje mayoritario de la propiedad de BioMar –que a partir de 2008 se tradujo en un 100% de BioMar Group– cambiando la historia diametralmente. Y claro, la proveedora de alimento para más de 45 especies acuícolas es una de las más relevantes a nivel global, con plantas en todos los continentes y cada vez más en el ‘top of mind’ de los salmonicultores chilenos.
Uno de los responsables del éxito que ha tenido Schouw & Co. es Jens Bjerg Sorensen, su presidente desde el año 2000, ejecutivo especializado en economía y reconocido en la zona de Aarhus (segunda ciudad más grande de Dinamarca) por ser director de varias firmas escandinavas.
Antes de tomar la dirección de Schouw & Co., Sorensen fue director ejecutivo (CEO, por su sigla en inglés) de BioMar, razón por la que conoce de cerca el comportamiento de la salmonicultura a nivel mundial a partir de la década de 1990 y, por cierto, visitar Chile en repetidas oportunidades.
«He visto la evolución que ha tenido el sur del país, especialmente Puerto Montt. Es impresionante el desarrollo experimentado gracias a actividades económicas como la acuicultura», dice a AQUA el ejecutivo que visitó recientemente la capital de la región de Los Lagos para conocer las nuevas instalaciones que posee BioMar Chile, como el Centro Tecnológico de Acuicultura Patagonia (ATC Patagonia), y reunirse con colaboradores y clientes nacionales.
Schouw & Co. tiene más de 140 años. ¿Cómo han logrado mantener el liderazgo durante tanto tiempo y en un mundo tan cambiante?
Estimo que se debe a que mantenemos una cultura empresarial sólida y que, además, contamos con un equipo de primer nivel. Es efectivo que el mundo cambia constantemente pero, si tienes a las personas correctas, sabrás responder bien a los desafíos.
En segundo término, en Schouw & Co. vemos los negocios pensando en el largo plazo. Estamos en los negocios business to business (B2B), que tienen bajos márgenes pero son estables.
Finalmente, nos concentramos y enfocamos profesionalmente en cada uno de los negocios donde estamos presentes. Por ejemplo, en el caso de la alimentación para peces, nos hemos espcializado en ello. Nuestras energías no están en producir peces o comercializarlos.
Dentro de sus valores empresariales, se encuentra agregar valor a los negocios en los que participa Schouw & Co. ¿Qué valor adicional han entregado a BioMar desde que llegaron a su propiedad?
En 2005, BioMar pertenecía a una compañía noruega que no quería seguir en este negocio. Creo que no hay nada peor que ser dueño de algo que realmente no deseas. Entonces, para nosotros fue muy positivo porque realmente queríamos ingresar a la propiedad de la compañía, entonces, al adquirirla, dimos seguridad y confianza a los trabajadores y clientes. Comenzamos a dar el soporte financiero de forma que pudiera realizar adquisiciones y buscamos un equipo ejecutivo de primer nivel. Como he dicho antes, para nosotros esto es muy importante ya que uno mira los negocios desde atrás, pero los que tienen el trabajo intenso son sus ejecutivos, como ha sido el caso de Carlos Díaz.
En definitiva, con nuestra llegada a BioMar pudimos adquirir Provimi, que fue una transacción importante; y apoyamos a la compañía en momentos difíciles, como las crisis asociadas a la presencia del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISAv), blooms de algas u otros problemas en Noruega. Todo lo anterior porque estamos pensando en el largo plazo.
Nuestro deseo es que BioMar continúe creciendo globalmente. A eso responden nuestros recientes ingresos al negocio en China o Ecuador. Para nosotros, agregar valor es pensar en el largo plazo.
En relación a la industria del salmón, ¿qué opinión tiene de la concentración que se ha estado dando en el último tiempo en Chile?
Sucede en todo el mundo y en diferentes industrias. Por esto, no se debe temer a contar con menos clientes o actores ya que ellos dependen, de todas formas, de sus proveedores. Incluso, cuando las compañías se hacen más grandes, requieren de proveedores de mayor tamaño y con una entrega más profesional de los servicios.
Nuestra respuesta a esta tendencia es continuar desarrollando la innovación, la eficiencia y ser socios de largo plazo.
En Chile, las autoridades sectoriales han estado imponiendo regulaciones más duras para el sector salmonicultor. ¿Qué opina de esta situación?
Soy una persona que está a favor de menos regulaciones pero, a veces, es necesario encontrar el camino correcto y, en este sentido, las regulaciones pueden ayudar mucho. Creo que son necesarias en cualquier industria donde estés y deben ser tomadas como un desafío positivo.
Estimo que en general, las regulaciones otorgan mayor estabilidad a la industria chilena, que es algo que necesita.
Con lo anterior, y sumando situaciones como la mayor polución o cambio climático, ¿Cómo ve el futuro de la acuicultura?
Para comenzar, debo decir que la acuicultura tiene un futuro brillante si la industria toma su responsabilidad en el asunto. Realmente necesitamos pensar en forma sustentable, incluso, si algunas situaciones no son rentables. De otra forma, se irán creando muchas regulaciones debido a la presión de los ambientalistas, que se mueven en muchos sentidos, y el negocio se podría restringir.
Estoy seguro que la industria acuícola será más eficiente gracias al aporte de la genética y la nutrición, entre otros. Esto recién está comenzando, pero serán herramientas de gran ayuda para enfrentar situaciones como la polución o las mayores temperaturas de los mares.