La harina de insectos es una alternativa al uso de proteínas de pescado y de soya, y Siri Tømmerås, gerente de producción de dietas de agua dulce de Skretting Noruega, explica que tras realizar pruebas en terreno, los resultados mostraron que los peces alimentados con harina de insectos tuvieron igual crecimiento que los peces alimentados con dietas elaboradas con fuentes tradicionales de proteína.
«Los insectos son parte importante de la dieta de los salmones silvestres, y en nuestras pruebas pudimos apreciar que la harina de insectos aumentaba el apetito de los peces, lo que nos permite seguir trabajando con estas fuentes alternativas de proteínas», puntualiza Tømmerås.
En Nordlaks también están viendo con buenos ojos este nuevo alimento. «Esperamos que sea tan bueno como las dietas tradicionales y esperamos que la prueba comercial muestre los mismos buenos resultados que Skretting ha visto en sus esfuerzos por mejorar el consumo de alimento», sostiene Eiril Welde, director de agua dulce de la primera empresa en probar esta nueva dieta.
En Skretting aseguran que existe el conocimiento y la capacidad humana para explorar en estas nuevas fuentes no convencionales de proteína, y han asumido el desafío de avanzar en esta línea conscientes de que la harina de insectos puede convertirse en una importante materia prima en un futuro no muy lejano.
«El desafío ha sido encontrar productores que puedan entregar el volumen suficiente con la calidad y consistencia adecuada. Hemos conocido a más de 30 productores y terminamos trabajando solo con un grupo de ellos. Después de una cercana colaboración durante mucho tiempo, ahora obtuvimos una materia prima con un nivel de calidad con el que podemos contar para avanzar en el futuro», manifiesta Tømmerås.
Mientras los proveedores son un desafío, los consumidores se han mostrado positivos frente a la idea de utilizar harina de insectos. «Aquellas personas que no han pensado tanto en lo que come un salmón silvestre, se muestran positivas al comprender que los salmones en su estado natural se alimentan de insectos, y ven con buenos ojos el uso de harina de insectos cuando escuchan que se trata de una materia prima buena y sustentable», menciona el director de agua dulce de Nordlaks.
Otro dato importante es que las dietas producidas por la planta de Skretting en Noruega contienen harina de insectos fabricada con larvas de mosca soldado negro (BSFL), un producto que está aprobado por la Unión Europea (UE), en línea con los estándares de calidad y sustentabilidad declarados por Skretting en sus programas Nutrace y Nuterra, respectivamente.
«Nuestro objetivo es que en el futuro, los ingredientes utilizados para los alimentos acuícolas no compitan con aquellos para el consumo humano. Para nosotros es importante invertir en este tipo de alternativas, como es la harina de insectos», subraya Mads Martisen, director de desarrollo de productos de Skretting Noruega, quien tiene varios proyectos nuevos de materias primas en proceso, como por ejemplo, la utilización de Calanus.
«El Calanus también es una fuente natural de alimento para los salmones silvestres. De hecho, cuando exploramos más a lo largo de la cadena alimenticia, descubrimos que las aguas nórdicas contienen tanto Calanus como la biomasa total de todos los peces silvestres y mamíferos marinos combinados. Por eso Skretting ya está comenzando los ensayos comerciales con Calanus. Los resultados iniciales muestran que al salmón también le gusta el sabor de este plancton, por lo que aquí tenemos un nuevo fantástico recurso alternativo, aparte de la harina de insectos», finaliza Martisen.
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