La sobreexplotación de los recursos marinos que se destinan a la elaboración de dietas para acuicultura, fundamentalmente pelágicos como la anchoveta, el jurel o la sardina, ha llevado a la industria del salmón a la necesidad de buscar alternativas de reemplazo. En un principio la sustitución fueron los vegetales, sin embargo, en los últimos años comenzaron los cuestionamientos por una eventual menor presencia de los dos ácidos grasos esenciales de cadena larga de omega-3 (EPA y DHA) en el producto. Así fue como los actores del sector estrecharon sus lazos para encontrar soluciones a este desafío.
Una de las empresas que ha sido protagonista en ese sentido es Skretting, que incluso hoy tiene la capacidad para elaborar dietas libres de ingredientes marinos. Sissel Susort es su product manager global y aprovechando su visita de esta semana a Chile, se reunió con la prensa para explicar los avances.
Comenzó recordando que a principios de este siglo el 100% del omega-3 del salmón proveía de aceite de pescado, mientras que Skretting ha logrado reducir esta dependencia al 20% en la actualidad. No obstante, reconoce que esta tarea no ha sido fácil.
«Mantener los niveles de EPA y DHA es uno de los mayores desafíos en salmonicultura», aclara.
En ese contexto, dentro de las distintas investigaciones que han llevado a cabo para garantizar las propiedades nutricionales del salmón de cultivo, las algas aparecen como uno de los mejores aliados, destacándose las fototróficas y las heterotróficas.
Sobre las heterotróficas, dice que es una tecnología madura; eso sí, su alto rendimiento, cercano a un 50% de EPA y DHA, las lleva a presentar un considerable valor de mercado, por lo que el desafío es hacer escalamientos comerciales. Además, asegura, los consumidores evidencian su disposición a pagar más por un alimento que haya sido producido desde fuentes sustentables.
«En Skretting sostenemos que el aceite de algas es lo ideal para reemplazar al aceite de pescado, porque contiene ambos ácidos grasos (EPA y DHA) casi al doble de concentración», precisa Sissel Susort, añadiendo que no buscan reemplazar «del todo» la harina y el aceite de pescado. «Lo importante es que provengan de pesquerías sustentables y que no dependamos de ellos para la producción». Por ejemplo, como cuando Perú suspende sus temporadas de captura de anchoveta y el mercado mundial inmediatamente acusa la falta de insumos.
Este tipo de desarrollos que, de acuerdo con lo aseverado por Sissel Susort, presentan una mejor palatabilidad y proporcionan un más rápido crecimiento, mejoran el tiempo de tránsito del alimento en el estómago e impulsa una mejor utilización y transporte de nutrientes, se ha transformado en una nueva dieta que Skretting presentará en la próxima edición de la feria AquaNor (15 al 18 de agosto en Trondheim). Mientras que en Chile debiese ser lanzada durante el tercer trimestre de este año.
«El uso de alta energía ha permitido obtener mayores rendimientos de los filetes de salmón, aumentar los niveles de omega-3, crecimientos de los peces y reducir los factores de conversión del alimento (FCR, por sus siglas en inglés)», concluye la representante de Skretting.