(Reuters) Las salmonicultoras noruegas están diseñando grandes centros para cultivar peces en mar abierto, en lo que sería un traslado radical desde las tranquilas aguas costeras donde los piojos han frenado el crecimiento de esta multimillonaria industria.
El impulso para los nuevos diseños de Noruega, productor del 54% de todo el salmón Atlántico cultivado en 2016, tendrá que hacer frente a las tormentas oceánicas que pueden arrancar las jaulas y liberar miles de peces, con la consiguiente afectación para los ejemplares silvestres.
«La industria debe desarrollar y resolver los desafíos sanitarios y ambientales que tiene, especialmente vinculados con los piojos del salmón», enfatizó a Reuters el ministro noruego de Pesca, Per Sandberg, refiriéndose a los parásitos que pueden provocar infecciones resistentes a los antibióticos.
Tanta es su incidencia actual en el país nórdico que uno de cada cinco salmones cultivados muere antes de llegar a la madurez.
Los piojos, también un problema en otros países salmonicultores, tienden a concentrarse en las aguas más estancadas de las bahías y fiordos, donde se basan la mayoría de los centros actuales; por lo que un cambio hacia mar abierto (offshore), donde se presentan mayores corrientes oceánicas, deberían ayudar a «barrer» las larvas del parásito.
Diseños
Es así como la Dirección de Pesca de Noruega está buscando diseños innovadores de cultivo, tanto para aguas costeras como offshore, en un período de dos años que se extenderá hasta noviembre de 2017. Hasta ahora ha aprobado un par y está revisando a unos 40 más. Muchas de las ideas están basadas en la industria petrolera y gasífera.
De acuerdo con analistas del sector, varias de las iniciativas abrirían áreas casi ilimitadas para la producción salmonicultora más allá de bahías y fiordos, lo que atraería a inversionistas y transformaría a la industria acuícola global.
Noruega produjo 1,1 millón de toneladas de salmón en 2016, cerca del doble del segundo actor mundial, Chile, y obtuvo US$7.600 millones en exportaciones. Pero la producción local por parte de compañías como Marine Harvest, SalMar y Leroy Seafood, ha cambiado poco desde 2012 debido a la falta de espacio y enfermedades, incluso teniendo en cuenta la creciente demanda por salmón que ha llevado a los precios a máximos históricos.
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