El presidente de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, Rabindranath Quinteros, subrayó que la fuga de salmones ocurrida la semana pasada en Calbuco, «pone una vez más de relieve la necesidad de mejorar los procedimientos de control y fiscalización del trabajo que realizan los centros de cultivo en la región de Los Lagos».
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El congresista lamentó que, a pesar de las experiencias vividas en el pasado, «nuevamente nos enfrentamos a un escape de salmones sin contar con un plan de contingencia capaz de dar respuesta ágil a este tipo de situaciones. En definitiva, revela que no hemos aprendido las lecciones».
Quinteros puntualizó que, de acuerdo con la información conocida, la fuga se debió a un daño estructural en la red de contención de una jaula. “Estamos, entonces, frente a un hecho que podría haberse previsto y evitado”, recalcó.
«Cuando los salmones se escapan de un centro de cultivo no solo pierde la empresa productora, hay también un daño ambiental severo, porque el salmón es depredador y los mismos pescadores de Calbuco han afirmado que su presencia pone en riesgo los recursos marinos que ellos capturan habitualmente», enfatizó.
Recordó que hoy las salmonicultoras tienen la obligación de recapturar un porcentaje del salmón escapado, pero -aseveró- “el resto de los ejemplares probablemente sea capturado por terceros y comercializado de manera ilegal”.
Para cerrar, el legislador del Partido Socialista recordó que actualmente se está discutiendo en el Senado un proyecto de ley que busca regular las condiciones de captura del salmón escapado y otro que apunta a mejorar el marco normativo de la actividad acuícola para garantizar un mayor cuidado con el medio ambiente.
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