(UDD) Más de mil personas ejercen la explotación ilegal de algas pardas, más conocidas como huiro, en las costas de la región de Tarapacá, recurso que se encuentra en veda extractiva desde 2005 y que se limita a su recolección, una vez varado en la costa.
En los últimos diez años se han extraído más de 196.000 toneladas del recurso, lo que afecta directamente al ecosistema marino y a la pesca artesanal. Debido a que el huiro es un organismo precursor de comunidades marinas de vegetales y animales, la técnica que lo extrae de raíz, conocida como «destronque» o «barreteo», ha mermado la población de erizos, lapas y peces de roca, según atestiguan mariscadores y pescadores artesanales de la zona.
Del huiro se extraen sustancias que se utilizan en la industria cosmética, odontológica y textil. Luego de ser extraída en las costas, el alga es secada al sol y vendida a 20 procesadoras que la trituran y venden a empresarios chinos, únicos compradores del recurso chileno.
En la costa existen siete áreas de manejo del recurso donde se permite la extracción del huiro cuyo límite debe estar supervisado por una agrupación de pescadores. Pero en esos sectores, según datos de Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), nunca se han superado las 600 toneladas anuales.
Extractores ilegales pueden llegar a ganar más de un millón de pesos al mes, que equivalen a 4.000 kilos de huiro seco. El precio por el alga, que alcanzó $400 por kilo en el mercado, hoy oscila entre $240 a $270.
Este negocio millonario, que no cuenta con la fiscalización necesaria de parte de las autoridades, también ha provocado el fenómeno del «blanqueo del huiro», a través del uso irregular del Registro Pesquero Artesanal (RPA), documento que permite extraerlo de manera legal, con el fin de ocultar el origen ilícito del producto.
Durante 22 días, las autoras del reportaje Algas Sin Defensa, Bárbara Espejo y Lorenza Sciaraffia, recorrieron la costa de Tarapacá y constataron el trabajo de «huireros» que actúan con total impunidad, como parte de su investigación para la obtención del título de periodistas.
A continuación el reportaje Algas Sin Defensa: