Anoche: Aprendizaje, salmón GMO y diversificación acuícola

Ago 26, 2016

En el evento, se analizaron las lecciones aprendidas luego del virus ISA, se llamó a analizar seriamente la producción de salmón GMO y, finalmente, se recalcó los beneficios sociales y económicos de la diversificación.

Marcos KulkaDurante la tarde de ayer jueves 25 de agosto se alinearon los astros para Fundación Chile. Es que la entidad celebraba sus 40 años de existencia, mientras que el Centro Experimental Quillaipe y Aquadvise, ambas ubicadas en la Región de Los Lagos y ligadas a la fundación, cumplían 20 y diez años, respectivamente. Y, dada la importante «casualidad», decidieron celebrarlo en Puerto Varas con un encuentro que reunió a importantes actores de la actividad cultivadora y donde se aprovechó de discutir el futuro de la acuicultura.

La elección del lugar (el sur de Chile) y los invitados tenía mucho sentido. «Este es el sector más profundo y donde hemos tenidos más proyectos», expresó el gerente general de Fundación Chile, Marcos Kulka, recordando que la entidad jugó un rol clave en el inicio de la internacionalización de uno de los productos más importantes de la canasta exportadora del país, el salmón. Es así como el ejecutivo mostró la diversa creación de servicios, empresas y soluciones donde ha participado esta incubadora de negocios desde la década de 1980 a la fecha.

Frente a la necesidad de duplicar la oferta de proteínas marinas para satisfacer la demanda que se prevé tendrá el mundo en los próximos 20 años, Kulka llamó a los presentes «a crear una industria acuícola de clase mundial».

Un «elefante» sobre la mesa

Patricio MellerPor su parte, el presidente de Fundación Chile, Patricio Meller, destacó que la «acuicultura es un sector que tiene una demanda creciente hacia el futuro, lo que no sucede con otras actividades», pero advirtió que para ser sustentable, se debe innovar y aprender de los errores. Es así como reflexionó que, con el virus ISA, el país perdió unos US$3.000 millones en cinco años pero que, independiente de dicho desastre, no se ha avanzado lo suficiente en conocimientos para lograr una producción que se proyecte a futuro.

«Mientras en Noruega y Canadá se producen 400 toneladas y 200 toneladas por kilómetro de costa, respectivamente, en Chile se obtienen 1.300 toneladas. O mientras en Noruega se elaboran unas 12 toneladas por kilómetro cuadrado, en Chile se cosechan 20 toneladas. ¿Cómo llegamos a estas cifras?», se preguntó el presidente de Fundación Chile.

De igual forma, Meller criticó la falta de un cluster, el nivel de inversión en Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i) del país y la inexistencia de una entidad que realice «Inteligencia Analítica Acuícola» que permita enfrentar de mejor forma los desafíos futuros.

Posteriormente, el presidente de Fundación Chile se cuestionó la falta de interés de la industria local por la producción de salmón genéticamente modificado (GMO, por sus siglas en inglés), que crece en la mitad del tiempo. «Este desarrollo, que viene de la década de 1990, fue aprobado por la FDA de Estados Unidos, entidad que lo calificó como seguro para la alimentación. Entonces, el salmón transgénico no viene, ya está aquí», exclamó el ejecutivo expresando que «les dejo este elefante sobre la mesa para que lo analicen».

Panel

PanelA continuación, la actividad siguió con un panel dirigido por el gerente de Alimentos y Acuicultura de Fundación Chile, Andrés Barros, y donde participaron el jefe de la División de Acuicultura de la Subpesca, Eugenio Zamorano; el director regional de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), Adolfo Alvial; el presidente de Empresas AquaChile, Víctor Hugo Puchi; y el presidente ejecutivo de Multiexport Foods, José Ramón Gutiérrez.

En general, se reconoció el aporte realizado por la Fundación Chile al desarrollo de la actividad acuícola del país y se analizaron las reflexiones que dejó el virus ISA. «El aprendizaje está traducido en las normas que tenemos», dijo Puchi en relación con el mayor control que existe sobre virus y bacterias. «Pero, a mi juicio, no hemos aprendido a cabalidad a proteger más nuestro patrimonio sanitario», expuso el empresario sobre la importación de ovas desde otros países.

Por su parte, Zamorano defendió que todavía se pueda importar ovas, debido a que, de otra forma, se atentaría contra los acuerdos comerciales que posee el país, y recalcó que la autoridad está trabajando en una revisión del modelo productivo y que pronto se oficializará una normativa que permitirá la «movilidad de la producción en distintas áreas», aseguró, agregando que con esto se protegerá la sustentabilidad de la actividad y se la ayudará a ser más competitiva.

En tanto, Gutiérrez abordó los pilares que necesita la industria del salmón de Chile para volver a ser competitiva. Estos son: normativa, competitividad, imagen y relación con las comunidades. De igual manera, manifestó que «hoy existe un consenso en el país de que la industria debe cambiar. De parte de todos los actores», por lo que se avizoraría una oportunidad única para mejorar y avanzar en diferentes aspectos de la actividad. «Es de esperar que podamos tener una normativa técnica y no política», reflexionó el presidente de Multiexport.

Recordando su paso por Fundación Chile y el sector privado, Adolfo Alvial, llamó a la actividad a invertir más fuerte en I+D+i, «porque el conocimiento científico débil, genera regulaciones débiles», agregando que la Corfo posee diferentes programas de apoyo  que apuntan en este sentido.

Llamado a la diversificación

Martin HeviaLa última presentación la realizó el director ejecutivo del Centro Experimental Quillaipe, Martín Hevia, quien destacó la dependencia acuícola que tiene el país actualmente con los salmónidos (93,4%) y llamó a los presentes a apostar por los cultivos de nuevos peces y moluscos bivalvos enterrados.

Dentro de los primeros destacó las oportunidades que ofrece la seriola y la corvina, mientras que en el segundo grupo relevó los potenciales que ofrecen la almeja, la macha o la navaja, donde muchos de ellos se pueden cultivar a los largo del país y por pescadores y grandes o pequeños empresarios.

Según Hevia, y de apoyarse más decididamente la diversificación, al 2030 el país podría estar dentro de los principales cinco productores acuícolas, lo que se traduciría en el cultivo comercial de unas diez especies, 130.000 empleos y donde el norte del país aportaría con un 20% del volumen.

Con todo, los representantes de Fundación Chile manifestaron su confianza en el crecimiento futuro de la actividad y donde ellos están para «mover la frontera de lo posible».

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