(El Mercurio) El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) establece cada año el periodo en que la pesca artesanal y de arrastre debe dejar de extraer ciertos recursos marinos nacionales para evitar la sobreexplotación de los peces y mariscos presentes en los más de 4.300 km de las costas chilenas.
Hace solo una semana este mismo organismo confirmó que a partir del pasado 2 de agosto comenzó la prohibición de la captura, comercialización, transporte, procesamiento y almacenamiento de machas en las regiones de Valparaíso, O’Higgins y el Maule, la que se prolongará por un periodo de cinco años y que la transforma en la novena especie marina que tiene algún tipo de veda vigente.
Otros mariscos, como el loco y el erizo, o peces como la anchoveta, sardina y la merluza austral, son algunas de las especies que por estos meses no pueden extraerse para evitar su eventual desaparición. Esto, pensando que la extracción indiscriminada podría interferir con la reproducción de la especie, termine por agotar el recurso o generar algún fenómeno oceanográfico que afecte negativamente la actividad.
No siempre respetada
Pese a que todos los actores del sector -artesanales, grandes pesqueras, restaurantes, comercio y consumidores- coinciden en la necesidad de la medida para mantener los recursos, no siempre se respeta la normativa. Año a año se descubren toneladas de peces o moluscos extraídos ilegalmente, los que son vendidos en caletas y ferias del país, pese a las multas, que, por ejemplo en el caso de la merluza austral, van desde $1.400.000 a casi $14 millones.
Es en el periodo de veda en el que se acentúan las diferencias entre la pesca de arrastre y artesanal, donde esta última señala ser la más perjudicada por la prohibición. Si bien los pescadores artesanales reciben un bono de compensación por los meses que no pueden realizar su oficio, en muchos casos este monto es inferior a sus ganancias en un mes normal, por lo que se transforma en una época difícil para el sector y sus familias.
Presione aquí para leer la nota desde su fuente original en El Mercurio.