El pasado jueves 1 de marzo, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) entregó los resultados de la consulta de cinco días, realizada en las regiones del Biobío y Ñuble, referente al ingreso de embarcaciones artesanales de eslora igual o superior a 12 metros a la primera milla de pesca.
Vea >> Subpesca informa resultados de consulta al ingreso de la primera milla
Según los resultados en base a las 75 boletas válidamente emitidas, donde 40 expresaron estar disconformes con la propuesta, 34 conformes y 1 registro en blanco, la primera milla quedaría como espacio exclusivo de extracción para embarcaciones menores de 12 metros.
La situación no dejó contentos a los involucrados, particularmente quienes buscaban el ingreso al territorio de la primera milla, donde se encuentra la mayor parte del recurso, sobre todo de la pesca pelágica, al menos en el Biobío. Y no solo por el resultado, sino por la forma en la que se llevó a cabo el proceso.
Así acusó -entre otros- Pedro Irigoyen, armador artesanal de Talcahuano, para quien «se trata de un error desde el inicio, ya que históricamente las embarcaciones han pescado en los mismos sectores, pues allí es donde se encuentra el recurso». Además, puntualizó, en base al artículo transitorio 19 de la ley de pesca, podían compartir la primera milla en lugares donde no se interviniera la operación de las embarcaciones más pequeñas, y luego de los primeros diez días de la temporada, reservados exclusivamente para los pequeños pescadores. Pero, tras conocerse los resultados, se perdieron esos acuerdos. Cabe mencionar que tal artículo transitorio vencía en febrero pasado.
«Veo muy difícil el panorama, y no entiendo cómo dirigentes de la zona pueden desconocer tanto la pesca pelágica. Todos sabemos que la sardina vive en la primera milla de la región del Biobío, y si se trata de cuidar el recurso, este se protege con las cuotas, con controlar el tamaño de la red, con establecer vedas y temporadas de captura. Nada tiene que ver con el tamaño de las embarcaciones ni su eslora», sostuvo el armador.
Por su parte, el presidente de la Asociación Gremial de Pescadores Artesanales de San Vicente, César Jorquera, afirmó que la consulta estuvo «mal estructurada desde el principio y destinada a fracaso, ya que incorporó dos preguntas que no se vinculaban». La primera consultaba respecto a mantener el artículo 19 transitorio tal como está, mientras que la segunda implicaba la posibilidad de incluir a embarcaciones de 12 a 15 metros, en dos de las cuatro zonas exclusivas para embarcaciones más pequeñas.
Con esto, Jorquera considera que la segunda pregunta entorpeció el proceso y terminó por llevar al resultado que hoy tiene en incertidumbre a los pescadores, con la temporada a punto de empezar, hasta ahora, a mediados de la próxima semana.
«No hay claridad, el panorama es incierto. Nadie sabe cuándo, ni de qué forma iniciaremos esta temporada. Todos los años es la misma incertidumbre. Además, estábamos tranquilos, porque aunque no hubiera acuerdo, el Consejo Zonal podría decidir, no obstante tampoco está presente y nadie puede tomar una decisión», cerró el dirigente.