Monitorear, predecir y detectar florecimientos de algas nocivas (FANs, también conocidas como bloom o más comúnmente como mareas rojas) en el sur de Chile, especialmente en zonas donde se cultivan salmónidos, es el principal objetivo de un grupo de científicos chilenos que acaban de unirse a investigadores de la Universidad de Kioto, Universidad de Okayama y la Agencia de Investigación Pesquera de Japón.
«Este es un proyecto de sustentabilidad a nivel mundial, y Chile, a través de la Universidad de La Frontera (UFRO), ha sido favorecida para ser parte de él», comentó el Dr. Milko Jorquera, investigador de la UFRO y uno de los gestores de esta iniciativa que también contempla la participación de científicos de la Universidad de Los Lagos (ULagos) y de la Universidad de Antofagasta (UA).
«Las tres entidades aportarán desde sus campos de expertise a este mega-proyecto, buscando complementar saberes», añadió el Dr. Jorquera.
Es así como no solo se abarcarán las aristas científico-tecnológicas, sino también el ámbito industrial, económico y sobre todo social. Y es vital este último punto, porque todos los avances y tecnologías que se puedan desarrollar y aplicar pueden ir en beneficio de quienes se ven impactados con el cultivo y exportación de salmónidos.
Kit
Chiaki Kobayashi, del Departamento para Latinoamérica de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA), especifica que es de «suma importancia» contribuir al desarrollo acuícola del país, y gracias a este proyecto la industria salmonicultora en Chile podrá anticipar eventos, tomar decisiones y tener indicadores que la orienten a cómo actuar en caso de un nuevo evento de FAN u otro agente contaminante.
«Para nosotros es relevante la seguridad alimentaria, y el desarrollo de un kit de monitoreo y predicción se hace indispensable para visualizar eventuales brotes de marea roja u otros contaminantes, para que las empresas puedan tomar decisiones informadas y adelantadas, y así saber cómo proceder», subrayó Kobayashi.
Para ello, el estudio incluirá aspectos biológicos e investigarán todos los microorganismos que están presentes, al tiempo de establecer indicadores que permitan construir el kit con parámetros que puedan abarcar otras amenazas para la industria del salmón.
Contraparte chilena
El proyecto, que bordea los $3.000 millones, estará a cargo del Dr. Fumito Maruyama de la Universidad de Kioto, junto a la JICA y la Agencia de Ciencia y Tecnología (JST) del mismo país; mientras que en Chile, la UFRO, a través del Núcleo en Biorrecursos (BioRen-UFRO), contribuirá con el conocimiento y respaldo científico, además de proveer de equipamiento de alta complejidad para realizar análisis.
Paralelamente, la ULagos secundará los estudios y, según el Dr. Gonzalo Gajardo -investigador de esa institución-, el foco estará puesto en la toma de muestras, procesamiento inicial y aportes desde la metagenómica. Asimismo, la UA, representada por el Dr. Carlos Riquelme, se vinculará por medio del área de interacción bacterias-microalgas.
«Tenemos un centro que se ocupa de esta interacción, y es muy interesante participar de esta iniciativa. Esperamos tener resultados que impacten en la ciencia, que se traduzcan en I+D+i (Investigación, Desarrollo e innovación), y también aspiramos a influenciar las políticas públicas en esta materia, a partir de los resultados de este mega-proyecto», destacó el Dr. Riquelme.
US$800 millones
Chile es el segundo país exportador de salmones del mundo y Japón es el segundo importador, ya que gran parte de su alimentación se basa en el consumo de este pescado. Pero el último evento de FAN significó una pérdida de más de US$800 millones para el sector salmonicultor del país sudamericano, afectando gran parte de la producción que se desarrolla en la región de Los Lagos.