St. Andrews Smoky Delicacies es una empresa de origen chilena productora de mitílidos y que actualmente cuenta con tres plantas de procesos en la provincia de Chiloé (región de Los Lagos), dos en Quemchi (de mejillones y ahumado) y una en Chonchi (mejillones), y más de 800 hectáreas para el cultivo de dicho recurso del mar, transformándose en una de las compañías más importantes de la industria acuícola a nivel nacional e internacional. En total, tiene una capacidad instalada para procesar anualmente 25.000 toneladas de materia prima y 10.000 de producto terminado, contando actualmente con aproximadamente 78 empresas proveedores de materia prima.
Y en la búsqueda por generar satisfacción a sus clientes, ha implementado la norma British Retail Consortium (BRC), la cual se creó para garantizar la calidad y seguridad de los alimentos para consumo humano que vende, y hoy es utilizada mundialmente como marco para asistir a cualquier negocio en la producción de alimentos seguros y en la selección de proveedores confiables, ayudando a las empresas a seleccionar y calificar a sus proveedores (la siguiente foto corresponde a una capacitación).
Del mismo modo, y como norma complementaria a la anterior, implementó la Internacional Food Standard (IFS). Es así que teniendo en cuenta ambas, St. Andrews ha realizado un trabajo a través de un Programa de Desarrollo a Proveedores (PDP) de la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), con el objetivo de mantener un sistema de gestión de Buenas Prácticas Productivas.
«El PDP que ha desarrollado St. Andrews integra a la empresa con su red de proveedores, ya sea de materia prima, insumos o servicios. Este programa permite que la empresa demandante que tiene requerimientos de mercado y normativas apoye a sus proveedores en relación a elevar su competitividad y productividad, de tal manera que eso se refleje en mejoras productivas y se pueda dar cumplimiento a normativas internacionales», comentó Hugo Escobar, ejecutivo de fomento de la Corfo.
Cosecha mecanizada
Para el gerente de Operaciones de St. Andrews, Eduardo Ferrari, la realización de este PDP se debió a que la compañía adquiere su materia prima de muchos proveedores que desarrollan su labor de manera artesanal. «Como empresa queremos apoyarlos en la mejora de las condiciones de trabajo, operación, conocimientos técnicos. Este primer año trabajamos con nuestros proveedores de la zona de Curanué y este segundo año incorporaremos a los proveedores de Queilen», aseguró Ferrari.
De acuerdo con lo explicado por el representante de la mitilicultora, el desarrollo del PDP apuntó a dos puntos críticos: «En primer lugar, la metodología de cosecha no es la más óptima ya que se hace en forma manual, por lo que a planta llega mucho producto sucio, con muchas semillas. Entonces, si la cosecha fuera mecanizada, con una máquina de cosecha, con sistema hidráulico, se podría cosechar un producto limpio y no en mallas, sino que en bins, lo que facilitaría la operación y optimizaría mucho más la producción, con un ahorro de costo importante», argumentó Ferrari.
En segundo lugar, precisó, capacitar a los proveedores en el área de las certificaciones fue otro de los objetivos del PDP, dada la implementación de las normas BRC e IFS de la empresa. «Una de las áreas que exigen estas normas son la trazabilidad, desde la semilla hasta el empaque final, que para muchos proveedores es desconocido. Otra de las áreas se refiere a las Buenas Prácticas de Manufactura, relacionada con contratos legales de trabajo, cumplir normas sanitarias en centros de cultivo, los tipos de materiales de la infraestructura, entre otros. Pero esto no significa solo hacerlo, sino que también registrar que se está haciendo, y tener una documentación completa y verificación diaria de todos los aspectos de inocuidad que se exigen. Hacer esto es muy importante para ellos, para poder seguir siendo nuestros proveedores», concluyó Ferrari.