Entre cuatro y seis horas es lo que tarda actualmente el proceso de carga y descarga de los camiones que llevan el salmón de exportación desde las plantas productoras, en el sur de Chile, hasta el aeropuerto de Santiago (región Metropolitana). En Noruega, principal país competidor para las salmonicultoras locales, toma solo 25 minutos. ¿Cómo lo logran? En vez de transportar el salmón en cajas a granel como lo hace hasta ahora la industria local, lo realizan en pallets o skids plásticos, reduciendo además la manipulación y merma de los salmones en su traslado terrestre y aéreo para llegar al país de destino.
Para hacer más eficiente la logística de la industria salmonicultora local, es que la agencia de transporte internacional de carga Andes Logistics trajo esta nueva fórmula a Chile. Se trata de pallets ultra livianos que permiten que los salmones lleguen a destino en las mismas condiciones que salieron de la planta de producción, evitando reclamos por pérdida y contaminación del producto, que suman aproximadamente US$3 millones anuales.
«Este proyecto comenzó en octubre de 2016 con el estudio de la forma de operar de las líneas aéreas, las empresas salmonicultoras, el cliente final y la cadena completa, por lo que incluyó viajes a Estados Unidos para conocer el proceso completo de exportación», explicó el gerente de Pricing de la División Aérea de Andes Logistics, Óscar Salazar.
El ejecutivo detalló que gracias a este análisis confirmaron que el proceso de carga manual que se realiza hasta ahora implica una manipulación extrema de los productos que genera deterioro, merma y mayores costos de personal. «Desde que sale de las plantas de los salmonicultores hasta que llega a su destino es manipulado en cinco ocasiones por distintas personas, por lo que si el producto llega con desperfectos no se puede determinar en qué fase de la cadena se produjeron», subrayó.
Para llevar a cabo las pruebas de este nuevo sistema importaron pallets plásticos que cumplen con las regulaciones para ingresar a Estados Unidos, además de ser un producto Eco (biodegradable, reciclable) también fácil de almacenar por su diseño telescópico. «Los pallets que están usando actualmente, a diferencia de los que utiliza la industria hortofrutícola, son más livianos e higiénicos. Pesan 5,6 kilos, contra los 18 kilos de los que usan los exportadores de frutas y verduras», comentó Salazar.
Sin embargo, este proyecto va más allá y pretende comenzar a producir el skit en Chile en el mediano plazo, en base a residuos industriales de cáscara de nuez. «Tiene las mismas cualidades que el que se usa a nivel mundial, pero será de material reciclado, con lo cual la contribución al medio ambiente es aún mayor», aseguró el representante de Andes Logistics.