El presidente del directorio de la Federación de Pescadores Artesanales de la Región del Biobío (Ferepa), Hugo Arancibia Zamorano (en la foto destacada), abordó la actual situación que enfrenta el sector económico que representa desde dos frentes: el mundo bentónico, de los buzos mariscadores, donde el problema del covid-19 (coronavirus) ha afectado el desarrollo de la actividad, ya que -de acuerdo con lo subrayado por Arancibia- hay casi nulo poder comprador en las distintas caletas de la región del Biobío, por cuanto la población no va como tradicionalmente lo hacía para adquirir los recursos directamente a la llegada de los botes.
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«Las visitas a las caletas ha bajado un 95%, no hay visitas, por lo tanto, no hay compras, por lo que se viene una situación económica y social que se avizora muy delicada para lo básico, que es para el pescador generar recursos para el sustento familiar», expresó el timonel de la Ferepa, añadiendo que para anteponerse a esta situación hablaron con la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y con la Intendencia Regional para que gestionen apoyos económicos o de canastas de alimentos para mitigar lo que se avecina. A la vez, puntualizó que ya se afinó un instrumento con BancoEstado para postergar el pago de las cuotas de crédito.
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El otro frente se relaciona con la apertura de la temporada de sardina y anchoveta, donde existe una preocupación especial por parte de las tripulaciones, ya que temen contagios en una actividad que reúne a gran número de personas que trabajan muy cercanos entre sí. «Son a lo menos siete personas por embarcación que no pueden trabajar separados por un metro. Entonces, es muy difícil lo que se empieza a vivir y un peligro inminente de contagio», alertó Hugo Arancibia.
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Plantas
En otro orden y frente a la necesidad de regular el zarpe diario debido a la menor capacidad de las plantas industriales que procesan la materia prima capturada por los artesanales, dijo que de alguna manera tendrá que manejar las salidas, pero que era imperativo para el sector efectuarlo, «más allá del temor de contagio, puesto que, en un escenario de cuarentena total, ahí sí que implicaría problemas mayores para el sector, que en la Ferepa reúne a más de 8.000 pescadores».
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Sobre la posibilidad real de poder chequear la salud de los trabajadores antes de abordar, y así evitar contagios, Arancibia informó que hasta ahora no han tenido tal posibilidad.
«Se viene un inicio de temporada muy complejo, ya que, si bien la pesquería muestra mejores números que el año pasado, el tema sanitario, sumado al cordón en San Pedro de la Paz, hará muy difícil el traslado de las tripulaciones hacia Coronel. Entonces, estamos enfrentados a una crisis sanitaria y alimentaria de consecuencias inmensurables para el sector», concluyó el presidente de la Ferepa Biobío.
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