El pasado viernes 17 de marzo, los investigadores Christian Díaz y Catterina Sobenes presentaron en el Ministerio de Relaciones Exteriores los resultados del proyecto -finalizado- «Evaluación de la viabilidad de apertura del mercado de la Unión Europea para productos derivados de macroalgas extraídas en Chile destinados al consumo humano, como alternativa de diversificación productiva para la pesca artesanal, considerando las barreras impuestas por la Unión Europea (UE) para ‘novel food’: Caso de estudio Durvillaea antarctica«, código CUI 2016-29-DDP-4, realizado con apoyo de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) del Ministerio de Economía.
El estudio fue desarrollado por los investigadores del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), además del ingeniero pesquero Patricio Pedreros y los ingenieros civiles en biotecnología acuícola Francisca Sandoval y Seiji Machino. Además, participaron los expertos españoles José Carlos Macías y José Ramón Texeira, quienes son consultores de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), expertos en desarrollo pesquero, innovación y comercio en Europa.
De acuerdo con lo comentado desde el CIBAS, los resultados del proyecto «permitieron describir el actual proceso productivo de cochayuyo seco en Chile, sus puntos de extracción entre las regiones de O’Higgins y del Biobío, sus características y propiedades nutritivas, y las actuales brechas para su exportación como ‘novel food’ a la UE».
De igual manera, se incluyeron las próximas fases necesarias a desarrollar de manera de alcanzar la categoría «novel food» para el cochayuyo seco picado.