El cambio en la norma que regula la actividad mitilicultora se transformó en un desafío a resolver para aquellas personas que ejercen e
ste rubro. Es que los mitilicultores ya no están autorizados para ocupar flotadores de plumavit en sus líneas de siembras.
Esto ha sido recogido por la Asociación Gremial de Mitilicultores «Aguas Azules» de Calbuco, quienes liderados por su presidenta, Paola Cárcamo, impulsaron una alianza con el sector privado para iniciar el retiro de los flotadores que están dispuestos en el canal Huito, ubicado en la comuna de Calbuco, región de Los Lagos, para reemplazarlos paulatinamente por unidades de plástico.
Alianza para la recolección y reciclaje
Paola Cárcamo apuntó que tras el cambio de normativa no tenía sentido para ellos retirar los flotadores cada año de manera parcial en sus líneas de trabajo, pues se transformaba en un círculo vicioso con el que comprometían su situación laboral, además del factor ambiental.
Por esto, impulsaron un retiro de estos ejemplares a mayor escala, explicó la líder de la organización que reúne a 36 representantes de concesiones: «esta actividad nació porque queremos hacer una acuicultura sustentable en el tiempo. Queremos colaborar con el medio ambiente, con limpieza de playas y con la erradicación del aislapol (plumavit). Ahora por normativa ya no puede existir en el agua. Partimos con esta campaña, que es el primer paso. Vamos de a poco, pero por algo había que empezar».
Es así como la empresa Salmones Aysén convocó a Cargill, Recollect y AcuaPlus para realizar un operativo de limpieza en dicho sector. La tarea fue puesta en marcha y permitió recolectar unas 420 unidades de flotadores de plumavit, las cuales en gran medida se fueron a reciclaje por parte de la empresa Recollect, en tanto que aquellos desechos no reciclables a relleno sanitario gracias a la tarea de AcuaPlus.
Visión de empresas y autoridades
Desde Salmones Aysén, Heriberto Ceballo, su encargado de concesiones, apuntó que para la empresa esto es un compromiso con los mitilicultores y con los otros actores involucrados. «Este trabajo nos permitirá eliminar a largo plazo la mayor parte posible del material que se está utilizando hoy, que está en incumplimiento normativo».
Similar visión aportó Paula Carvajal, quien es jefa de Marketing y Comunicaciones de Cargill Chile, destacando que «Cargill tiene como uno de sus focos de 
acción ayudar a nuestras comunidades vecinas a prosperar. Atendimos el llamado de la Asociación Gremial y Salmones Aysén, porque esfuerzos de esta naturaleza requieren de la participación de la mayor cantidad de actores posible en pos de la sustentabilidad».
Por su parte, el gerente de Recollect, Roberto Valdés, destacó que en su empresa creen que residuos como plumavit, cabos y otros, una vez cumplida su vida útil, deben ser recuperados y transformados, inyectándolos en otro ciclo de vida a través de la innovación y el fomento de la economía circular. «Sabemos que el reciclaje es un desafío, por eso en alianzas con empresas locales y la comunidad de la región trabajaremos en este sentido», subrayó el ejecutivo.
Algunas autoridades también dijeron presente. Funcionarios de la Armada supervisaron la operación marítima llevada a cabo, en tanto que profesionales del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) acudieron también a acompañar la faena. Al respecto, Iván Oyarzún, coordinador regional de Atención de Usuarios de Sernapesca, sostuvo que «de parte del Servicio nos queda felicitar este tipo de iniciativas. Este tipo de articulaciones y alianzas son muy necesarias en estos tiempos. Esta actividad en particular es compleja de realizar, porque requiere de mucha voluntad, voluntarios, mucho esfuerzo y recursos».
Medioambientalmente la acción cobra particular valor, pues el plumavit es visto como una amenaza para la contaminación del mar y afecta también al turismo en términos visuales, pero también puede afectar a las aves del sector, que suelen confundir sus partículas como alimento.
