Lanzan proyecto que implementará el primer laboratorio de toxinas marinas del Biobío

Sep 21, 2018

La iniciativa beneficiará a productores acuícolas-pesqueros, además del sector gastronómico y a los propios consumidores de la región.

Debido a que la región del Biobío no cuenta con un laboratorio para la detección de toxinas marinas, la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), conserveras y pequeños productores deben analizar los moluscos en otras ciudades de Chile, convirtiendo este proceso en un trámite lento y costoso que perjudica la productividad del sector y amenaza la seguridad alimentaria de la población.

Por esta razón, y como parte de una necesidad regional, hace unos días fue lanzado el proyecto que dotará en la región del primer laboratorio de detección de toxinas marinas, iniciativa liderada por la doctora Allisson Astuya, investigadora del Centro COPAS Sur-Austral de la Universidad de Concepción (UdeC).

Al respecto, la Dra. Astuya, directora del proyecto, destacó que lanzaron «una iniciativa inédita en nuestra región, cuyo propósito es generar capacidades locales para la detección de toxinas marinas dañinas para la salud. Para esto, nuestro principal objetivo es implementar un laboratorio de primer nivel, el que estará albergado en la Universidad de Concepción y que esperamos esté operativo prontamente».

Taller “Importancia de la detección temprana de toxinas de Marea Roja”. (2)

El proyecto, materializado gracias a un Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) adjudicado por la UdeC, lleva por nombre «Generación de capacidades regionales en la detección de toxinas marinas para fortalecer la seguridad alimentaria de las pequeñas y medianas empresas productoras y procesadoras de moluscos de la región del Biobío». La iniciativa contempla, además de la implementación del laboratorio de toxinas, la transferencia de conocimientos a través de capacitaciones y talleres formativos para quienes trabajan con mariscos y productos del mar, enseñándoles cómo tomar muestras, cómo mantenerlas y qué significa que tengan más o menos toxinas.

Si bien es cierto que en la región del Biobío no se han registrado eventos de marea roja, a juicio de la Dra. Astuya es necesario estar preparados en materia de prevención, garantizando de esta forma la seguridad alimentaria de la ciudadanía. «Actualmente estamos expuestos a muchos riesgos, fundamentalmente porque a nuestra región llegan mariscos de otras zonas del país, por lo que la labor preventiva que realizará este proyecto, principalmente a través de la implementación del laboratorio de detección de toxinas, es sumamente relevante», concluyó la investigadora del COPAS Sur-Austral.

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