El Centro Ecocéanos se reunió con la embajadora de Noruega en Chile, Beate Stirø, a quien le hizo entrega de un documento que expone -desde su óptica- diversas situaciones de «mal comportamiento y la aplicación de dobles estándares de parte de las empresas Mowi (ex Marine Harvest) y Nova Austral en el sur de Chile».
En el contexto de la visita de los reyes noruegos, la organización no gubernamental (ONG) solicitó a la embajadora Stirø escuchar a las asociaciones ciudadanas, comunidades de pueblos originarios y movimientos sociales chilenos que «se encuentran en conflicto con estas mega compañías de capital nórdico, debido a su accionar abusivo, que amenaza al medio ambiente acuático, la salud pública y los derechos de las comunidades locales», subraya la ONG en un comunicado de prensa enviado a AQUA y que a continuación reproducimos íntegramente:
«El activo rechazo de los movimientos ciudadanos, comunidades costeras y pueblos originarios del sur de Chile y Argentina al autoritario proceso para imponer la salmo-industrialización de los territorios australes quedó de manifiesto en las diversas manifestaciones públicas realizadas durante la visita de los reyes Harald V y la reina Sonja, encabezando una delegación de empresarios noruegos vinculados a la industria acuícola y de energía.
En el informe entregado a la embajadora de Noruega se documentan diversos malos comportamientos empresariales, la aplicación de dobles estándares, y el no respeto a la regulaciones de pesca, acuicultura y medio ambiente. Estos casos involucran a la transnacional noruega Mowi que en julio del 2018 generó el mayor escape masivo de salmones registrado en aguas chilenas -690.000 ejemplares de salmón Atlántico (Salmo salar)- desde su centro de engorda ‘Punta Redonda’, isla Huar, región de Los Lagos. Estos ejemplares estaban siendo medicados con antibióticos, por lo que constituyeron un grave riesgo sanitario-ambiental, al ser comercializados ilegalmente por pescadores artesanales regionales.
En este evento sanitario-ambiental, la empresa Mowi violó el precepto constitucional que asegura a los chilenos el derecho a vivir en un medio ambiente sano y libre de contaminación, y transgredió la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) chilena, al no capturar el 10% de los peces escapados, y entregar un reporte al Sernapesca basado en declaraciones notariales falsas de pescadores artesanales pagados por la empresa.
También el documento denuncia la falta de transparencia de Mowi/Marine Harvest, al negar el derecho a la información a consumidores, ciudadanos y comunidades locales, mediante la presentación en enero del 2019 de un recurso de inaplicabilidad ante el Tribunal Constitucional para dejar sin efecto la sentencia del Consejo para la Transparencia que les obligaba a entregar los volúmenes de antibióticos utilizados en el período 2015- 2017.
El Centro Ecocéanos llamó la atención sobre el hecho que a pesar de no estar permitida en Noruega la producción de smolts (juveniles) en lagos, la transnacional Mowi/Marine Harvest continúa con esta contaminante práctica en Chile, a pesar que el 2007 se comprometió públicamente -como parte de una campaña de marketing junto a WWF- a abandonar sus concesiones que poseía en diversos lagos del sur de Chile (Ranco, Llanquihue y Puyehue). Las organizaciones ciudadanas exigen por razones ambientales y sanitarias a Mowi que salga de las doce concesiones que ocupa en los frágiles ecosistemas lacustres de nuestro país.
Nova Austral
Durante la reunión, llevada a cabo el pasado jueves 4 de abril, el Centro Ecocéanos expuso a la embajadora Beate Stirø el conflicto derivado de la reciente adquisición de parte de la empresa de capitales noruegos Nova Austral de cuatro concesiones de salmones que se ubican en las áreas de Cabo Pilar, canal Beagle y paso Picton. Esta última, al interior de la Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos, particularmente en el Área de Desarrollo Indígena de la Comuna de Cabo de Hornos, región de Magallanes y de la Antártica Chilena.
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Esta área es bañada por las aguas más prístinas y frías del continente sudamericano, siendo declarada el 2005 por el Programa El Hombre y la Biósfera de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) como una Reserva Mundial de la Biósfera, al constituir una de las últimas 24 áreas no contaminadas del planeta.
La Reserva de la Biósfera Cabo de Hornos es la más grande de Sudamérica, con casi 3 millones de hectáreas de mar y 2 millones de hectáreas de tierra, constituyendo un importante punto oceanográfico a nivel mundial, pues es una región afectada por distintos tipos de procesos y masas de agua de importancia para la regulación del clima global a escala planetaria.
Se trata de masas de agua antárticas subsuperficiales y aquellas relacionadas con la corriente de Deriva del Oeste del Pacífico Sur. De esta última nace la corriente de cabo de Hornos y la corriente de Humboldt, de gran importancia para la industria pesquera a nivel mundial.
En el encuentro, se le señaló a la representante dilomática que tanto el alcalde de la comuna de Cabo de Hornos, el director del Museo Antropológico ‘Martín Gusinde’, el Programa de Conservación Biocultural Subantártica (CBS), los ciudadanos locales y las comunidades de los pueblos yaganes y kawésqar se oponen activamente a la expansión geográfica de los monocultivos industriales de salmón de Nova Austral, debido a que dicho corredor biológico es un polo de desarrollo turístico, cultural y de protección de ecosistemas marinos únicos en el planeta, los que aún no se encuentran afectados por la introducción de especies exóticas. Los altos índices de fuga de salmones carnívoros exóticos amenazarán la estabilidad de estos ecosistemas y de comunidades de pueblos originarios únicos en el planeta.
El director ejecutivo del Centro Ecocéanos, Juan Carlos Cárdenas, afirmó que ‘no es aceptable que algunas empresas salmonicultoras de capital noruego, como Mowi/Marine Harvest o Nova Austral, hagan en Chile todo lo que tienen prohibido en Noruega. Tampoco es aceptable la justificación que las compañías se están rigiendo por las débiles y permisivas normativas chilenas».
El director de Ecocéanos añadió que ‘la mega industria transnacional exportadora de salmónidos de cultivo es de carácter global. Por consiguiente, debe regirse por los mismos estándares internacionales en todos los países donde opera. El control de los consumidores, comunidades locales y ciudadanos de Chile, Argentina, países nórdicos y Escocia es clave, de manera de asegurar el derecho a la información de las operaciones corporativas a través de la presión social. No vamos a aceptar comportamientos colonialistas de las transnacionales salmonicultoras noruegas en la Patagonia sudamericana'».
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