El pasado miércoles 3 de mayo, AQUA publicó una entrevista con Alfonso Muena, quien es uno de los precursores de la salmonicultura en Chile, donde sostenía que con la pesca de salmón Chinook se «está creando una oportunidad única desde la región de La Araucanía con el río Toltén, luego a río Bueno y de allí al sur-austral hasta la región de Magallanes (y de la Antártica Chilena)», citando algunos estudios de universidades que están analizando científicamente estos retornos naturales del Chinook asilvestrado.
Tras leer las declaraciones de Muena, el presidente de la Asociación de Guías de Pesca con Mosca y consejero de pesca recreativa de la región de Los Lagos, Paolo Silva, envió una carta a AQUA donde manifiesta que «hoy no existen las condiciones, tampoco la confianza en la Subsecretaría de Pesca (y Acuicultura, Subpesca) y menos aún el control y fiscalización del Servicio Nacional de Pesca (y Acuicultura, Sernapesca)».
Vea >> Cuestionan proyecto que busca producir salmón Chinook para pesca artesanal y deportiva
Y ahora fue Muena quien envió una nueva misiva para defender el proyecto, la cual reproducimos íntegramente:
«Ante el panorama adverso respecto a la práctica de la pesca deportiva del salmón Chinook de esta temporada en el río Petrohué (región de Los Lagos), me permito dar mi opinión al respecto y en lo que considero unir las voluntades y tomar un camino racional, técnicamente apropiado y más definitivo al respecto.
En efecto, compartiendo lo expresado por visitantes, turistas, lodges de pesca, guías y pescadores deportivos, es que sus argumentos esgrimidos son reales y de fácil constatación y no solo son válidos para el río Petrohué, sino también para los ríos del estuario de Reloncaví y los de la provincia de Palena. Y con legítima preocupación como lo indican para los efectos en la economía local y regional turística, y de continuar pueden ser muy negativos para esas zonas.
1. Efectivamente existe pesca masiva, furtiva e ilegal en el río Petrohué. Las noticias de los diarios y revistas especializadas en los últimos años así lo confirman.
2. Efectivamente existe pesca ilegal de Chinook oceánico en las zonas estuarinas y en la boca de los ríos, con la participación de barcos pesqueros con redes de cerco en operaciones veladas y nocturnas, lo que limita el número de peces remontando hacia sus sitios de desove natural y la práctica normada de la pesca deportiva.
Para el caso específico del río Petrohué podría indicar otras posibles causas a analizar, como son:
1. Existe un embancamiento natural y creciente en la zona estuarina de Ralún, con lo cual es un obstáculo físico para entrar al río para peces desde el mar. A esto, ahora se debe agregar la gran masa de material por efectos de la erupción del volcán Calbuco, complicando aún más el ingreso del Chinook oceánico al río.
2. Los efectos del volcán el año antepasado pueden haber afectado para efectos reproductivos, al retorno más retrasado (fines de abril de 2015) y a aquellos con destino a la parte del río tributario afectado directamente por el volcán. Esto se observó a la altura del puente del Hueño Hueño hacia el mar, donde el agua que venía del volcán estaba fuertemente afectada (y grupos de salmones muy complicados y moribundos), mientras que el lado hacia el Este (hacia el lado argentino) se veía normalmente limpia, y es de esperar que esos sitios de anidamiento hayan cobijado a las futuras generaciones.
Lo pendiente es poder confirmar que los «alevines» de estos grupos «salvados» del 2015, pudieron migrar al mar sin problemas al igual que a los del 2016.
3. Otro factor que pudiera estar influyendo en el retorno de los salmones oceánicos es su orientación que en el mar se basa en el Sol y las estrellas, pero al acercarse a las costas son guiados por su gran capacidad olfativa en que pueden identificar una sustancia disuelta en 3.000.000.000.000.000.000 de veces en el agua para retornar al lugar que identificaron desde su nacimiento (en Estados Unidos a este fenómeno se le llama printed, que es «imprimir» el olor del río). Esto debe ser como identificar una taza de café en 100 camionadas de agua (10 toneladas cada una).
De ello se podría desprender que los retornos de los años 2016-17 pudiesen haberse confundido con la alteración de las aguas por efecto del volcán y alguna parte de los retornados se hayan perdido. Es una hipótesis.
A nuestro entender la respuesta más clara y definitiva va por el papel que le corresponde al Estado y sus políticas de fomento y desarrollo.
El salmón Chinook o king salmon o salmón rey fue introducido a fines del siglo 19 junto con las otras especies de salmón plateado y otros de gran atractivo y valor turístico como las truchas arcoíris y fario.
El Estado de Chile en ese entonces entendió que debía incorporar a nuestras aguas interiores especies de alto valor turístico pesquero deportivo y recreativo. Es así que a principios del siglo 20 crea pisciculturas estatales como río Blanco, luego Lautaro y más tarde Pullinque, y otras como en el acuerdo con el Gobierno japonés para la piscicultura de Coyhaique con la introducción de especies salmónidas provenientes de ese país.
Ahora bien, esta propuesta va por entender cómo lo hacen otros países y de allí al ejemplo de cómo han generado una entidad científica técnica que maneja los centros piscícolas regulando la pesca y asegurando en los retornos las especies necesarias para su normal manejo y reproducción.
No olvidemos que la regla del manejo de una reproducción de retorno es esperable para el caso de la fecundación natural en un 10%, mientras que con el manejo técnico piscicultor esta llega al 90%; de allí la importancia de la instalación piscícola.
Como no pretendemos descubrir la pólvora, es que a nivel del Ministerio de Economía, Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), Gobierno Regional y con el decidido respaldo de legisladores se han hecho llegar los antecedentes para el debido financiamiento del proyecto que integra a pescadores artesanales costeros con la pesca deportiva recreativa, en conjunto con la creación de un instituto tecnológico para el manejo científico-técnico de esta actividad y la preparación del elemento humano para el desarrollo armónico y sustentable de un nuevo recurso que la naturaleza nos ha puesto a disposición: el salmón Chinook asilvestrado y oceánico chileno».