Luego de 18 meses de desarrollo e investigación, DLC, que es una de las empresas líderes en la producción de gel pack para la industria acuícola, lanzó su primer gel refrigerante 100% biodegradable y compostable. Este sustituto del hielo es utilizado para el transporte y conservación de alimentos y productos perecederos que necesitan mantener la cadena de frío durante su distribución.
«Teníamos la inquietud de saber qué pasaba con nuestros geles una vez que el salmón llegaba a los mercados de destino. Tan solo DLC vende más de dos millones de unidades al mes que tiene como destino el mercado norteamericano. Es decir, 24 millones de nuestros productos llegan a Estados Unidos cada año. Ante ello, sentimos la necesidad de desarrollar una alternativa amigable con el medio ambiente», explicó el gerente general de DLC, Jaime de la Cruz.
Así nace EcoGel® y como afirman sus creadores, cumple con los más altos estándares de calidad e inocuidad que aseguran que los alimentos lleguen en condiciones para su consumo. Y en su fabricación se ha utilizado ecovio®, polímero certificado compostable que tiene un contenido variable de base biológica. Dado su carácter compostable, una vez desechado en una planta de compostaje se transforma en compost, abono natural que se utiliza para mejorar los suelos, volviendo al ciclo de la vida.
Al igual que el gel tradicional, la solución que contiene cada unidad de EcoGel® es una mezcla de agua potable y productos biodegradables con grado alimenticio y libres de materiales alérgenos, por lo que pueden estar en contacto con los alimentos. Además, cumple con los requisitos exigidos por la normativa nacional, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la Unión Europea (UE) y la Unión Económica Euroasiática (UEE).
Innovación sustentable
De la Cruz detalló que para llevar a cabo esta iniciativa contaron con el soporte técnico de BASF, compañía alemana líder en la fabricación de biopolímeros compostables y degradables. «Nos reunimos con su departamento de innovación y les planteamos el desafío de hacer un producto amigable con el medio ambiente pero que mantuviera las condiciones físicas y mecánicas requeridas. En agosto del 2015 firmamos un acuerdo de desarrollo y colaboración mutua y luego de una serie de ensayos y pruebas, llegamos al film que nos aseguraba resistencia, seguridad y biodegradación».
Por su parte, Soledad Ruiz, consultora de innovación de BASF, precisó que «el proceso de compostabilidad de EcoGel comienza cuando llega a una planta de compostaje industrial, donde se dan las condiciones adecuadas de temperatura, humedad, oxígeno y presencia de microorganismos. Ensayos prácticos en una planta de compostaje industrial muestran que bolsas fabricadas con ecovio® (polímero desarrollado por BASF®, ecoflex polímero compostable [PBAT] y ácido poliláctico [PLA], que deriva del maíz recurso renovable) pueden ser biodegradadas en solo un par de semanas, gracias a su especial estructura química, sin afectar negativamente la calidad del compost. Es importante señalar que el producto por sí solo no sufre ningún cambio, de manera que mientras esté almacenado en condiciones adecuadas, el proceso de degradación no va a comenzar», añadió Soledad Ruiz.
Por su parte, el área de desarrollo de DLC realizó importantes mejoras e inversiones en su maquinaria debido a que la fabricación de productos con film ecológico requiriere de una tecnología distinta, además trabajaron para lograr una impresión encapsulada y biodegradable de manera de asegurar la inocuidad del producto.
«Entendemos que la inversión en I+D no es exclusiva de las grandes compañías, por el contrario, la vemos como una oportunidad de diferenciación y crecimiento. Por lo mismo, estamos doblemente orgullosos de que una empresa mediana como la nuestra haya desarrollado el primer gel pack refrigerante compostable y esperamos que nuestros clientes vean en esta alternativa una oportunidad de continuar trabajando por la sustentabilidad de la industria del salmón», concluyó de la Cruz.