Profesionales del Núcleo Milenio Musels realizaron una charla explicativa sobre monitoreo ambiental y uso de sensores de medición a pescadores y pobladores de la localidad de El Manzano, en la comuna de Hualaihué, provincia de Palena, región de Los Lagos. En la oportunidad, se presentó parte del plan de trabajo que esperan desarrollar en la zona, que contempla el estudio de la variabilidad ambiental e incluye la colaboración de los residentes para el registro de datos.
La presentación trató sobre el uso y los beneficios de la instalación de una plataforma de monitoreo oceanográfico en la costa. En la charla se expuso también parte de las experiencias obtenidas por el equipo del centro científico en torno al monitoreo ambiental y el uso de sensores durante la investigación realizada en Chiloé.
«Hemos estudiado la variabilidad ambiental de la zona costera en dos sitios de Chiloé (Dalcahue y Chonchi), ambos corresponden a extensas zonas de cultivos de choritos (áreas de engorda). La zona del fiordo de Reloncaví y las áreas cercanas a Hornopirén son importantes semilleros para los cultivos de choritos en Chiloé, por lo que el Centro Musels pretende monitorear las condiciones ambientales de las zonas donde se colectan las larvas de choritos», explicó el Dr. Antonio Cuevas, investigador joven del Núcleo Milenio Musels.
El encuentro incluyó una salida a terreno para mostrar el área de instalación de la plataforma de observación ambiental Musels. De igual manera, se realizó un muestreo con los pescadores utilizando diversos instrumentos de medición, entre estos una ecosonda, un CTD (mide conductividad, temperatura y depresión o profundidad) y botellas oceanográficas.
«Con esta actividad los pescadores de Caleta El Manzano y el Centro Musels proyectan realizar un monitoreo participativo para comprender la variabilidad de las condiciones ambientales de una importante zona de producción de semillas en el área de la mitilicultura», detalló el investigador.
¿Por qué monitorear el mar?
Actualmente, el centro científico Musels desarrolla este tipo de monitoreo en Chiloé (en áreas cercanas a Dalcahue y Chonchi) y en la bahía de Tongoy, región de Coquimbo. En ambas casos trabaja asociado a empresas que cultivan mitílidos, particularmente, choritos en Chiloé y ostiones en el norte de Chile.
Según el Dr. Cuevas, conocer la variabilidad ambiental en las áreas de capturas de semillas es importante para saber a qué forzantes o estresores están sometidos los estadios tempranos de este recurso. Con ello, el Musels podrá ajustar las condiciones experimentales para trabajar con semillas de chorito y además, con un monitoreo más extenso en el tiempo, se podrá realizar un mejor manejo de estas zonas en conjunto con los pescadores.
«Por ahora está planificado que el monitoreo, tanto en Chiloé como en Caleta El Manzano, se extienda por los años de duración del Musels, pero es importante realizar un plan para prolongar el tiempo de observación, que permita comprender los procesos a mayor escala», advierte el científico.