En la actualidad, la Región de Magallanes alberga 34 centros de cultivo de salmónidos, los que en 2016 esperan cosechar unas 70.000 toneladas, mientras que para 2017 se espera que la producción se acerque a unas 80.000 toneladas. Operar en esta zona no ha sido nada fácil. AQUA pudo comprobar, en terreno, las dificultades logísticas a las que los productores se enfrentan día a día. No obstante, el sector ha apostado por esta zona cuyas aguas presentan importantes ventajas para el cultivo de peces y ha apostado también por el desarrollo de zonas aisladas donde son escasas las oportunidades de trabajo.
– ¿Hasta dónde puede llegar la expansión de la salmonicultura en Magallanes?
Hoy, la industria del salmón ofrece alrededor de 2.000 empleos directos y 3.000 empleos indirectos en la Región de Magallanes. Un segmento de ellos se relaciona con las labores que se realizan en los centros de cultivo, mientras que una buena parte tiene relación con la operación de las dos pisciculturas existentes y las alrededor de cuatro plantas de proceso.
Si bien en un principio costó encontrar mano de obra y más de la mitad de los trabajadores venían del norte (principalmente Puerto Montt), las empresas salmonicultoras confirman que hoy la mayoría es de la zona, personas que siempre han vivido en el extremo austral o que llegaron hace años a estos lugares y se quedaron en el sur.
«Cuando llegamos, la pesca estaba bastante desinflada, de modo que mucha gente se reconvirtió desde la pesca artesanal a la acuicultura. Aún así, cuando empezamos el 70% de la gente la traíamos de la Región de Los Lagos, pero en la actualidad solo el 15% -trabajadores con habilidades específicas como el fileteador– vienen de otros lugares. Los demás son todos de aquí o se quedaron a vivir aquí», dijo, desde Puerto Natales, el gerente de Producción Mar de Salmones Magallanes, Claudio Dörner, quien también está convertido en todo un patagón, viviendo ya por ocho años en el extremo austral.
El ejecutivo comenta que si bien siempre ha existido ciertas dudas respecto de la operación de la industria del salmón en la zona –tal como ocurre en las otras regiones salmonicultoras– en Magallanes se ha logrado establecer una buena relación con la comunidad y han sido las mismas empresas del sector las que han participado en diversas instancias de diálogo para dar a conocer su quehacer. Este acercamiento han tenido que reforzarlo los últimos meses, ya que la crisis del bloom de algas y la marea roja ocurrida en la Región de Los Lagos a principios de este año volvió a sembrar un manto de incertidumbre en la población, a pesar de que los centros de cultivo de Magallanes nada tuvieron que ver en estos hechos.
«Después del vertimiento hubo una reacción, sobre todo en las redes sociales, pero la verdad es que los adherentes de esos movimientos son muy pocos, pues la mayoría de los residentes de la zona están contentos con nuestra operación y han visto en esta industria una oportunidad de empleo constante. Aquí el turismo tiene un peak de cinco a seis meses al año, la ganadería es muy poco intensiva en mano de obra, entonces, claramente, la gente entiende que este sector es una fuente de empleo estable y permanente», argumentó el salmonicultor.
En Porvenir, en tanto, opera la empresa Nova Austral, la más antigua en la producción de salmónidos en la Región de Magallanes. En dicha zona, la firma posee una planta de proceso que da empleo a unas 600 personas entre operarios y administración, dando a esta comuna un nuevo impulso, pues su población ha pasado desde unos 5.000 habitantes a más de 7.000 en los últimos años.
Esta firma también se ha comprometido con la comunidad. De hecho, está participando en un proyecto denominado «John Williams» que consiste en la construcción de 120 viviendas –con aportes de Nova Austral–, de las cuales 90 serán para funcionarios de la compañía salmonicultora.
La empresa también está trabajando en una iniciativa que busca apoyar a los pescadores artesanales que quieran reconvertirse para que puedan adquirir una embarcación y prestar servicios a la acuicultura. «Esto está pensado para sindicatos u organizaciones de la pesca artesanal que quieran participar en la actividad», expuso el gerente Magallanes de Nova Austral, Drago Covacich. El ejecutivo espera que el Estado pueda apoyar estas y otras instancias que ayuden a los emprendedores a tomar nuevos rumbos.
Cermaq es otra de las compañías que están operando en Magallanes a través de centros de cultivo y una piscicultura arrendada que funciona en Punta Arenas. La firma también ha participado en diversas instancias de conversación donde la industria ha podido aclarar su postura.
Esta empresa, en estos años de operación, ha logrado establecer una buena relación con la gente de Río Verde, que es la zona donde tienen los centros de cultivo, tratando de hacerlos partícipes de lo que es la producción acuícola.
Proveedores
Uno de los problemas que ha tenido que enfrentar la salmonicultura en Magallanes es la falta de proveedores. Es por esto que la industria, en general, ha apoyado emprendimientos locales con el fin de que se cree una red que permita a la acuicultura abastecerse de servicios básicos.
Un ejemplo de ello es Embalajes Edén, firma con base en Puerto Natales que provee de cajas de aislapol para la exportación de salmónidos. Esta planta ha sufrido dos incendios en los últimos años, pero aún así la están reconstruyendo de nuevo, y con mejores estándares, pues prestar servicios a los salmonicultores se ha convertido en una buena oportunidad de negocio. «La industria del salmón ha significado un desarrollo grande para la región. Varias compañías han privilegiado a empresas locales en aspectos como el transporte, el buceo y otros servicios», dice el dueño de la firma, Eugenio Suárez.
Otra proveedora, pero de transporte de salmón terminado para exportación, Danitza Filipic, de Transportes Mardan, también ha visto crecer su empresa de la mano de la salmonicultura. La firma tiene como su principal cliente a Salmones Magallanes, con quienes ha establecido un vínculo comercial constante y duradero. «Esperamos que esta industria siga creciendo, para que podamos seguir transportando el salmón que se exporta a distintos mercados de destino», dice la ejecutiva.
Por su parte, Danilo López, de Transportes Lopez, dio un giro a su empresa con la expansión del cultivo de salmón en la zona, pasando de transportar fruta a trasladar alimento y redes, entre otros insumos, para la salmonicultura.
«Hemos logrado armar un buen negocio, con una muy buena relación con nuestros clientes», dice este emprendedor que no se arrepiente de esta transformación y reconoce que «la industria salmonicultora ha traído mucho trabajo a la zona», lo que se agradece cuando otros sectores, como la minería y el petróleo, han perdido dinamismo.