AquaGen, la productora de ovas para la acuicultura con base en Noruega, ha estado dando mucho que hablar en el último tiempo. Algunas de las noticias más destacas son la elaboración de ovas de salmónidos mejoradas genéticamente para aumentar la resistencia a la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPN, por su sigla en inglés), a la Septicemia Rickettsial del Salmón (SRS), al piojo de mar, la Enfermedad del Páncreas (PD, por su sigla en inglés), entre otras. También se encuentra la adquisición del 51% de la proveedora de ovas de truchas de Dinamarca, AquaSearch.
A estos hechos se suma –desde el 1 de febrero– el nombramiento del chileno Matías Medina como director de Ciencia y Tecnología, desde donde tendrá como tareas liderar y coordinar las investigaciones que realiza AquaGen y otras empresas de acuicultura del EW Group, tanto en Noruega como en los países donde está presente. Lo anterior significa facilitar, coordinar y dirigir la investigación en torno a la genética, la genómica y tecnologías de la reproducción en las especies de salmónidos cultivados en Chile y Noruega (Atlántico, coho y trucha), trucha pansize cultivada en Dinamarca; y tilapia, cuya genética es producida en Filipinas y Brasil.
Medina, cuyo cargo ejercerá desde Trondheim en Noruega, es biólogo marino y doctor en Ciencias (PhD) del Instituto de Acuicultura de la Universidad de Stirling (Escocia). Hasta el 31 de enero se desempeñaba como gerente general de Blue Genomics Chile, compañía creada en 2014 como uno de los resultados de la iniciativa público-privada del mismo nombre y cuyo principal objetivo ha sido resolver los principales desafíos que enfrenta la industria del salmón de Chile, a través de la genética y genómica.
Se puede destacar que el proyecto que dio origen a Blue Genomics tiene un presupuesto de $8.095 millones para sus ochos años de duración, los que son aportados por InnovaChile de Corfo (46%) y la misma empresa (54%) la que, a su vez, es controlada por AquaGen Chile, AquaGen AS y Vaxxinova Norway AS.
En sus cinco años de trayectoria, Blue Genomics ya ha alcanzado notables avances. Además de cumplir con los objetivos para la cual fue creada, la empresa también se ha destacado como una de las que más participan en iniciativas privadas de Investigación y Desarrollo (I+D). «Prueba de ello es que, junto con AquaGen Chile, hemos logrado certificar cerca de $3.500 millones en el marco de la Ley de Incentivo Tributario a la I+D, ubicándonos en el tercer lugar a nivel nacional en 2016 y 2017», destaca Matías Medina.
¿Cuáles han sido los principales avances logrados por Blue Genomics a la fecha?
Luego de 45 años de aplicar protocolos de selección clásicos para los caracteres productivos más importantes (crecimiento, robustez), AquaGen había comenzado a incluir la resistencia a SRS y cáligus en sus procesos de selección tradicional. Si bien este proceso ha demostrado ser efectivo, la ganancia genética es lenta debido a que el avance depende de la variabilidad observada, la presión de selección y el tiempo generacional. Con los aportes propios y el apoyo de InnovaChile, logramos dar un salto hacia la genómica y su aplicación en estos procesos de selección. Específicamente, hemos podido desarrollar la tecnología, los experimentos y los análisis necesarios para que AquaGen esté ahora aplicando protocolos de selección asistida por marcadores y selección genómica para la resistencia a varias de las enfermedades que afectan a la salmonicultura mundial. Lo anterior es un avance sin precedentes y reflejan, por un lado, el haber superado parte de los riesgos tecnológicos que esto implica y, por otro, quedar a la vanguardia de la aplicación de la genómica en procesos de selección animal.
En este contexto, Blue Genomics ha contribuido significativamente con la validación del marcador para la resistencia a SRS en salmón Atlántico (QTL-SRS salar), con la validación del marcador de resistencia IPN en trucha (QTL-IPN trucha) y con el desarrollo y aplicación de selección genómica para una mayor resistencia cáligus en ambas especies. En este último caso, si bien hemos encontrado algunos marcadores, estos no tienen el nivel de significancia que buscamos y por ello avanzamos en selección genómica. Sin embargo, quizás uno de los logros más importantes a la fecha ha sido el desarrollo de una plataforma de genotipado primero (SNP Chip) y descubrimiento de un marcador de la resistencia a SRS en salmón coho. Esta herramienta, desarrollada en conjunto con el Dr. Víctor Martínez de FAVET-Inbiogen de la Universidad de Chile (UChile), y el descubrimiento de este marcador, representan un aporte muy importante en el desafío de posicionar a esta especie como una de las más importantes a nivel mundial.
¿Cómo han estructurado la forma de trabajo en Blue Genomics?
Dividimos nuestro trabajo en tres áreas. En la primera se incluye toda la investigación relacionada con el desarrollo genético y genómico para las tres especies. Aquí se incluye la búsqueda de marcadores y/o el desarrollo de selección genómica y su validación experimental y en campo. Una segunda área se relaciona con la investigación enfocada a mejorar o hacer más eficientes los procesos productivos. Aquí se incluyen la generación de conocimientos y desarrollo de tecnologías para el cultivo de reproductores, para el proceso reproductivo y para la producción de ovas, destacándose todo lo que hemos podido avanzar en criopreservación y almacenamiento de material genético para las tres especies; en la comprensión de los factores que afectan la fertilidad de los reproductores; y en la predicción de la fecundidad y fertilidad de estos. Dentro de esta área, y junto con la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC), también hemos estado trabajando en un sistema automático de Inteligencia de Datos con el que podemos analizar información productiva en tiempo real y de esa forma tomar decisiones de corto y largo plazo con respecto a la producción de ovas y el desempeño que la cepa AquaGen está teniendo en los centros de sus clientes. Finalmente, también hemos podido avanzar en un área que busca comprender los mecanismos bioquímicos y genéticos que explican las respuestas que observamos en los peces. En esta área de genómica funcional hemos establecido colaboraciones científicas con el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) y FAVET-Inbiogen de la UChile, con Nofima, en Noruega; y ADL Diagnostic, en Chile.
¿Con qué infraestructura o personal han logrado alcanzar todos estos resultados?
De diferentes formas. Por un lado, en Blue Genomics participan investigadores nacionales y extranjeros que suman un total de 37 personas.
Por otro, hemos establecidos puentes de colaboración con al menos ocho entidades de investigación y desarrollo del país: AquaGen Chile, AVS Chile, ADL Diagnostic, UChile, PUC, la Universidad Católica de Temuco (UCT), Fundación Chile y Cryogenetics. A nivel internacional, en tanto, trabajamos con AquaGen Noruega, Biobank Noruega, Vaxxinova, Nofima, Affymetrix y Cigene.
Creemos que hacer I+D mediante la contratación y/o colaboración con aquellas entidades –nacionales o extranjeras– que tienen la expertise o infraestructura para hacerlo, es la forma más eficiente de invertir los fondos con los que contamos.
No puedo dejar de mencionar el acuerdo de colaboración que poseemos con cuatro productoras de salmón y que ha sido de mucha utilidad para validar en terreno nuestros desarrollos.
Según recientes informes, el nivel de uso de antibióticos no ha disminuido en la industria del salmón de Chile, ¿cuál ha sido el impacto que ha tenido la inversión pública en Blue Genomics y, específicamente, en la actividad?
Hace un par de años se estimó que el costo por SRS en Chile significaba unos US$700 millones, mientras que el del cáligus unos US$300 millones. En este escenario, cualquier contribución seria y responsable que podamos hacer con la inversión público-privada que maneja Blue Genomics es, sin duda, un aporte.
Todos sabemos que en cuanto al manejo y control de enfermedades, no existe ni existirá una bala de plata que nos entregue la solución, ya que son al menos tres los grandes factores que intervienen en su desarrollo: el ambiente, el patógeno y el pez. Nosotros nos hemos enfocado principalmente en este último y desde su mejora en cuanto a la resistencia a enfermedades, esperamos seguir contribuyendo a su control y a la consecuente reducción en el uso de antibióticos.
Específicamente, y considerando que el SRS es la principal razón del consumo de antibióticos en la salmonicultura nacional, la validación del QTL-SRS salar que hemos hecho considerando más de 10 millones de smolts transferidos al mar durante 2015, demostró que su implementación es una herramienta real, concreta, que funciona y que es capaz de disminuir la mortalidad por esta enfermedad de manera significativa, reduciendo potencialmente el costo que el SRS le genera a la industria (US$700MM) en más de US$150 millones.
El pasado ministro de Economía criticó la falta de inversión en I+D que existía en la industria del salmón. ¿Qué opina sobre esto?
En la industria del salmón de Chile se realiza I+D. Ha habido investigadores de diferentes instituciones nacionales que han dedicado su vida a la generación de conocimiento, tanto para la producción como para comprender y mejorar los efectos negativos y positivos que esta actividad tiene en el ambiente y las comunidades en que se emplaza. Sin embargo, ha sido solo en los últimos cinco años que el nivel de financiamiento requerido para pasar a ser un país reconocido en términos de I+D para la acuicultura comenzó a estar a la altura de una industria tan importante para Chile. Ha sido en estos últimos años que, gracias al aporte privado, a la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) y a Conicyt (Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica), hemos comenzado a ver cómo esa investigación silenciosa que lleva años en diferentes laboratorios comienza a dar frutos y a ser considerada y aplicada en diferentes procesos. Al mismo tiempo, estas fuentes de financiamiento han hecho surgir nuevos grupos de investigación que rápidamente se han posicionado a nivel mundial, atrayendo nuevo talento joven y más recursos para el desarrollo de investigación de primer nivel.
En el caso de Blue Genomics, este invirtió cerca de $320 millones de pesos en I+D durante 2016 (fuente del Instituto Nacional de Estadísticas, INE), los que se sumaron a los $420 millones que aportó AquaGen Chile (fuente INE). Ambos montos se suman al aporte que Corfo y otras instituciones han hecho para lograr el significativo avance en genética y genómica que estamos evidenciando y que no se aleja de lo que se está logrando en otros países en que la salmonicultura también es importante.
En este escenario, considero que el país ha logrado un capital humano para la investigación en salmonicultura que permite asegurar que cada peso que el Estado o el sector privado inviertan en I+D, arrojará frutos significativos en materia de conocimiento y avances hacia una industria más económica y ambientalmente sustentable.
Recientemente, AquaGen Noruega lo nombró para tomar el cargo de director en Ciencia y Tecnología. ¿Qué implicancias podría tener para Chile?
Si bien la investigación en genética y genómica que Blue Genomics ha hecho ha estado siempre en contacto y coordinación con los investigadores que colaboran con AquaGen en Noruega y otros países, este nombramiento representa una oportunidad para profundizar en este trabajo colaborativo. Ahora se buscará lograr una mayor sinergia en la investigación que estamos desarrollando para las diferentes especies de peces, proceso en el que sin duda Chile se verá por un lado beneficiado, pero también en el que nuestro país contribuirá de manera importante gracias al avance en I+D que se ha alcanzado.