Las aguas de la costa de la ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, están altamente contaminadas. En ellas, se pueden encontrar desde colillas de cigarrillos hasta basura de las plantas de tratamiento y desechos industriales. Esta contaminación ha hecho que crezca un tipo de microalga que se alimenta del oxígeno de manera eficiente, generando para la fauna local, como peces y plantas marinas, una escasez de estos nutrientes necesarios para su desarrollo.
Un grupo de científicos encontró una posible solución: utilizar decenas de miles de moluscos para aspirar este exceso de nutrientes y disminuir estas algas superficiales, permitiendo que la competencia entre peces y plantas disminuya, y descontamine las aguas.
«Una balsa llena de estos bivalvos marinos podría remover unos 60 kilogramos de nitrógeno del mar durante cada año, disminuyendo el número de estas microalgas y una flotilla de unos cientos de balsas podría hacer cambios importantes en la calidad del agua en áreas urbanas», aseveró Julie Rose, investigadora ecológica del Laboratorio Milford del Centro Oceánico y Atmosférico de Connecticut.
Costas chilenas
De acuerdo con lo publicado por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), hasta el momento no se ha realizado alguna investigación al respecto en Chile.
«Habría que comenzar a probar con los moluscos, ver cuál es el que sobrevive mejor a nuestros contaminantes, observar cuál tiene una mayor tolerancia y lograr una biorremediación de los océanos», explica Mariel Campalans, académica de la Facultad de Oceanografía de la PUCV, quien precisa que se utilizan moluscos para la materia orgánica presente en el mar y como indicadores del estado del océano.
En esa línea, destaca que en Japón existen extensos proyectos en esta materia, «sin embargo, aquí en nuestras costas, no hay ningún proyecto que vea el potencial de estos organismos», resume la profesora Campalans.