El Gobierno creó recientemente una comisión que, dentro de los próximos 90 días, deberá formular propuestas concretas para enfrentar el problema del lobo marino.
El animal -que está protegido por una veda extractiva hasta el año 2021, además de convenciones internacionales- genera perjuicios cotidianos a la actividad pesquera artesanal e industrial, así como a la acuicultura, en distintas regiones del país.
«Hemos constituido una comisión de trabajo con el propósito de poder enfrentar un problema que es una realidad en Chile: el lobo marino. Estamos frente a un problema de primer nivel, que debemos encarar seriamente», enfatizó el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, quien lidera la iniciativa.
El grupo, que ya sesionó por primera vez, lo integran representantes de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y de la Armada a través de la Dirección General del Territorio Marítimo y Marina Mercante (Directemar).
«En Chile existen unos 200.000 lobos marinos, que no tienen un depredador natural y que están afectando decididamente las labores de la pesca artesanal e industrial, fundamentalmente por los ataques a los recursos capturados», argumentó Riquelme.
De acuerdo con la autoridad, pescadores y acuicultores reportan periódicamente casos de lobos marinos «cebados» que se alimentan de sus productos, así como de ejemplares «dañinos» que estropean redes, jaulas y embarcaciones. Incluso, los afectados han llegado en algunas oportunidades a dispararles, lo que ha derivado en investigaciones judiciales e, incluso, detenciones.
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La comisión creada por el subsecretario Riquelme se enmarca igualmente en una regulación dictada por Estados Unidos, en agosto de 2016. Según la norma, las naciones que exporten pescados y mariscos al país norteamericano deben cumplir con un estándar en materia de protección de mamíferos marinos, como el lobo.
«De aquí a fines de 2021, tenemos que tener una certificación en orden a acreditar que nuestros procesos de extracción pesquera se desarrollan sin afectar a los mamíferos marinos, en concordancia con la legislación interna estadounidense. En caso de que al año 2021 no pudiéramos acceder a esta certificación, Estados Unidos nos cerraría la exportación de diversos productos acuícolas-pesqueros, entre estos los salmones», adujo el subsecretario.
Desde esa perspectiva, Riquelme subrayó que las propuestas de la recién creada comisión deberán contribuir a la «mitigación de los ataques del lobo a la actividad acuícola-pesquera, sin perjudicar la posición de Chile, de cara a la certificación que nos permita seguir exportando a Estados Unidos».
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