Un total de 27 pequeñas y medianas plantas procesadoras de recursos del mar de la región de Valparaíso, agrupadas en la asociación gremial Agetremar, levantaron la voz para rechazar el proyecto de ley que pretende establecer la «potera» como único arte de pesca para la captura de la jibia.
Se trata de la primera vez que pymes procesadoras, que en conjunto suman a más de 2.000 trabajadores y en su mayoría mujeres, intervienen de manera pública rechazando la iniciativa que debiera votarse en los próximos días en la sala de la Cámara de Diputados tras su discusión en la Comisión de Pesca y Acuicultura, en donde alegan no fueron invitados para entregar su opinión de manera formal.
Según dicen, las pequeñas y medianas empresas (pymes) de Valparaíso reconocen en la pesca artesanal a sus socios principales, no obstante, por razones estrictamente operativas, aseguran que este sector no tiene la capacidad de mantener una entrega regular de jibia pues, entre otros factores, está sujeto su operación a razones climáticas.
«Este punto, de orden práctico y operativo que nosotros vivimos durante todo el año, pone en serio riesgo la continuidad que necesitan nuestras faenas procesadoras y así cumplir con contratos y envíos a nuestros clientes principalmente de Asia», argumenta la presidenta de la Agetremar e ingeniera pesquera, Patricia Carrasco.
Además, la dirigente gremial subraya que «es conocido el interés de la Organización Regional de Pesca del Pacífico Sur (ORP-PS) de establecer cuotas de jibia por países y vemos que nuestro país no está abordando esta materia. Esta organización internacional asigna porcentajes de participación y esto se basa en la historia de capturas de los países miembros en donde Chile en los últimos años ni siquiera ha alcanzado a pescar el total de su cuota interna».
Para cerrar, asevera que las plantas socias de la Agetremar «han generando permanentes procesos de innovación y desarrollo, mantienen una pujante actividad económica en la región de Valparaíso y que en los últimos años se ha sostenido gracias a recursos como la jibia, logrando llegar con sus productos a los más exigentes mercados del mundo de manera competitiva».