(El Mercurio) El pasado viernes 1 de junio, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) presentó ante gerentes de la industria salmonicultora el informe sanitario 2017 en centros de mar.
Este reporte es muy esperado en la industria porque contiene importantes indicadores, como la mortalidad de las especies, además de comparar estos indicadores con los de años anteriores. El documento de 2017 resume la situación productiva y sanitaria de los centros marinos de salmónidos en las regiones de Los Lagos, de Aysén, y de Magallanes y la Antártica Chilena, de acuerdo con datos de empresas y laboratorios.
De todas las acuícolas-pesqueras del país, medida en exportaciones, la industria de los salmones es la más importante, pues explica el 86% del total de exportaciones sectoriales, lo que el año pasado se tradujo en US$5.420 millones, de un total nacional de US$6.280 millones. De hecho, solo en 2017 las exportaciones de salmones aumentaron en un 16,8% respecto del año anterior.
Un indicador clave es la mortalidad por causas infecciosas, que se mantuvo en un promedio mensual de 0,17%, es decir, estable respecto al año anterior. No obstante, desde 2015, la mortalidad por causas infecciosas ha caído 2,5%, lo que, a su vez, significa una disminución de US$15 millones en pérdidas para la industria, de US$39,9 millones en 2015 a US$24,8 millones en 2017.
Desde la otra vereda, las cosechas de salmonicultura crecieron 10% el año pasado, de la mano de una significativa reducción del uso de tratamientos antibióticos, que cayeron 30%.
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El menor uso de antibióticos tiene un doble efecto: por un lado reduce los costos de producción en cerca de US$10,8 millones y, por otro, mejora el precio del producto, pues el salmón libre de antibióticos se vende US$1 más caro por kilo en los mercados internacionales, según fuentes de la industria.
El indicador de caída de la mortalidad y el de menor uso de antibióticos están muy relacionados, dice Alicia Gallardo, directora nacional del Sernapesca, «porque implican una muy buena gestión sanitaria. Tanto pública, de la normativa, de la fiscalización, como privada, de los veterinarios que han tomado medidas preventivas, de manera de no tener los brotes que explicarían el tratamiento de los antimicrobianos», explica.
Agrega que el año pasado además se consolidó la plataforma de exportaciones Sicex-Siscomex, que permitió reducir de 48 horas a 10 minutos los tiempos de tramitación de la exportación. «En la práctica, esto significó no solo hacer más competitivo el mercado, sino también un ahorro de US$200 por contenedor al evitar el pago de bodega en puerto», destaca Alicia Gallardo.
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