Desde 2012 los académicos de la Universidad de Chile (UChile) María Angélica Larraín y Cristián Araneda, pertenecientes a las facultades de Ciencias Químicas y Farmacéuticas y de Ciencias Agronómicas, respectivamente, están trabajando en la identificación de la especie nativa del mejillón en las costas de Chile, más conocido como «chorito».
Previo a este trabajo, no existían las herramientas diagnósticas suficientes para diferenciar al Mytilus chilensis de las otras especies comerciales del «chorito». Fue así como gracias a la adjudicación del proyecto Fondecyt Regular 1130302, Fondef ID16I10013 y a la colaboración del investigador norteamericano de la ONG Columbia River InterTribal Fish Commission, Shawn Narum, y en conjunto a los doctores Roman Wenne y Malgorzata Zbawicka, del Instituto de Oceanología de la Academia Polaca de Ciencias, y el profesor neozelandés Jonathan Gardner de la Universidad de Victoria, los académicos de la UChile lograron publicar un artículo en la Revista Evolutionary Applications, el cual valida el nombre Mytilus chilensis para el mejillón nativo de las costas de nuestro país.
Para la profesora Larraín este hecho constituye «una reivindicación que se logra con un trabajo que venimos desarrollando en trazabilidad molecular del mejillón chileno, con el apoyo de diferentes fuentes: la industria mitilicultora nacional -a través de la AmiChile-, la autoridad local (Subpesca) y también desde laboratorios de diagnóstico europeos».
Alcances en el mercado
Actualmente Chile es el primer exportador mundial de mejillón. Según el Programa Estratégico Regional Industria de la Mitilicultora, el 69% de las exportaciones chilenas de «chorito» o mejillón chileno son dirigidas a países europeos como España, Francia, Italia, además de Rusia y Estados Unidos.
La Unión Europea (UE) figura como el principal mercado de este producto, sin embargo, tiene estrictas regulaciones sobre el etiquetado de los productos marinos. La profesora Larraín explica que en este lugar «es obligatorio declarar en la etiqueta el nombre científico de los productos comercializados», motivo por el cual muchas veces a los compradores europeos se les dificulta la identificación de la especie realizada con los test de ADN disponibles.
El profesor Araneda, por su parte, precisa que «los productos chilenos siempre han declarado Mytilus chilensis, un nombre que ahora sí tiene un sustento científico, basado en herramientas genómicas de última generación». Por otro lado, sostiene que esta investigación ha tenido una importante repercusión en la industria, desde donde «han señalado que tendrá un positivo impacto en la comercialización de los mejillones nacionales».
Vea >> Hito para el sector: Estudio valida Mytilus chilensis como nombre científico para el mejillón
Trazabilidad de los productos
Los productos marinos resultan de interés, sobre todo en Chile. En esta línea, la profesora Larraín subraya que debido a los 6.000 kilómetros de costa que tiene Chile, es necesario «valorar los productos marinos». A su vez, la académica enfatiza que la trazabilidad «tiene alcances en calidad e inocuidad de los alimentos, así como en sustentabilidad y responsabilidad social. Aspectos que resultan críticos al momento de producir y comercializar un alimento».
Tanto la profesora Larraín como el profesor Araneda se encuentran de visita en la Universidad de Edimburgo, con el objetivo de explorar nuevos temas de investigación con el profesor de The Royal (Dick) School of Veterinary Studies, Rob Ogden, con quien han colaborado desde hace un par de años y que se destaca por ser un reconocido investigador que ha desarrollado herramientas de trazabilidad molecular para productos marinos y comercio ilegal de fauna silvestre.
El profesor Araneda destaca en los aportes que ha realizado el profesor Ogden, ya que desarrolló «los test de identificación de especie y de origen geográfico de las pesquerías del bacalao del Atlántico, que usa el Marine Stewardship Council (MSC), prestigiosa certificadora de pesca sustentable».
En base a esta visita (foto de la derecha), los académicos invitaron al profesor Ogden y al profesor de la Universidad de Bangor, Gary Carvalho, a participar de un curso sobre trazabilidad molecular que se pretende realizar en el marco de la internacionalización de los doctorados de la Casa de Bello.