El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, rechazó y condenó los ataques que el lunes (28 de octubre) afectaron a las oficinas de las direcciones zonales de la Subpesca en Concepción (región del Biobío) e Iquique (región de Tarapacá), respectivamente.
En Biobío, los violentistas destruyeron el portón principal, rompieron los cristales de las ventanas, descerrajaron candados y trataron de 
provocar un incendio, según se deduce del hallazgo de carpetas y papeles quemados, al interior del recinto, en calle Tucapel 279.
En Tarapacá, en tanto, los manifestantes causaron destrozos en la zona de acceso y quebraron vidrios. Las piedras y demás elementos contundentes que arrojaron desde la calle, a su vez, generaron daños en el mobiliario de las oficinas, situadas en Prat 920.
Al momento de los ataques no había personas al interior de las direcciones zonales, pues los funcionarios habían sido evacuados de manera preventiva, ante la inminencia de disturbios.
“Rechazamos de manera tajante lo ocurrido. La violencia no contribuye de manera alguna a construir un país más justo y solidario, ni facilita el reencuentro que buscan los chilenos”, enfatizó el subsecretario Román Zelaya.
Más que un daño al Estado, subrayó la autoridad, el atentado “perjudica directamente a los pescadores artesanales y demás usuarios” que diariamente acuden a ambas direcciones zonales para efectuar trámites, plantear inquietudes o recibir prestaciones.
“Solidarizamos, además, con los funcionarios de Subpesca que desempeñan sus tareas en Concepción e Iquique. Estamos adoptando todas las providencias que sean necesarias para velar por su seguridad”, advirtió el subsecretario.
La autoridad destacó especialmente el hecho de que en Concepción e Iquique, los funcionarios cooperaron por propia iniciativa en las tareas de limpieza y reparación de las oficinas, junto con los directores zonales Óscar Henríquez y Brunetto Sciaraffia, respectivamente.
“En medio de la actual contingencia, la actitud de nuestros funcionarios constituye un ejemplo y una fuente de legítimo orgullo. Han mostrado generosidad, pero por sobre todo un compromiso irrestricto con su vocación de servidores públicos”, cerró Zelaya.
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