El subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, descartó que la eliminación del lobo marino constituya una fórmula viable para enfrentar los graves problemas que ese mamífero genera cotidianamente a pescadores y acuicultores.
«Creemos que la eliminación, la captura, no es el camino», afirmó el jueves último, ante un centenar de representantes del sector artesanal en la comuna de Calbuco, región de Los Lagos.
«Hay que aprender a convivir con el lobo marino, incorporar tecnología y modificar algunas prácticas que podrían ayudar a controlar el fenómeno», previno la autoridad en ese encuentro, correspondiente a la cuarta sesión de la mesa de trabajo creada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) para acometer las complicaciones que el lobo genera a la pesca y la acuicultura.
Al constituirse en Calbuco, la comisión, que encabeza el subsecretario, conoció in situ las dificultades provocadas por el animal, cuya población en las costas nacionales podría llegar a los 500.000 ejemplares, de acuerdo con estimaciones de algunos especialistas.
Los pescadores reportan permanentemente la presencia de lobos que se alimentan de sus productos, así como de ejemplares que en ocasiones estropean redes o, incluso, embarcaciones. Al tratar de ahuyentarlos con armas de fuego, algunos de los afectados han sido detenidos y hoy enfrentan investigaciones judiciales.
«El lobo se ha multiplicado de una manera exponencial en Chile, y no tiene un depredador natural. El propósito de esta visita fue escuchar los testimonios de personas afectadas, conocer sus experiencias e ideas frente al tema, en consonancia con la preocupación del Presidente Sebastián Piñera frente a esta materia», enfatizó Riquelme, flanqueado por la directora nacional (s) del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), Alicia Gallardo, y el director zonal en Los Lagos de la Subpesca, Jürgen Betzhold.
Durante la sesión realizada en Calbuco, dirigentes y pescadores relataron los ataques permanentes que el lobo lleva adelante contra las embarcaciones y aparejos, en su afán por alimentarse.
Se dio igualmente el caso de un hombre que contó cómo termino preso y en medio de una causa judicial por infracción a la ley de control de armas, tras disparar un tiro con un elemento hechizo («tralcan»), para ahuyentar a esos animales.
Entre los representantes del sector artesanal que hicieron uso de la palabra durante la sesión efectuada en Calbuco, se contó el presidente de la Confepach, Marcelo Soto, quien enumeró los estropicios que el mamífero causa en su sector.
«El lobo no solo produce daño, sino que también estrés o incluso depresión en muchos compañeros que están cansados y que llegan a endeudarse cuando ya no tienen dinero para renovar sus materiales de pesca. Hay un efecto en las familias con este problema que afecta a muchos a lo largo del país», detalló Soto.
El dirigente valoró que Riquelme viajara a la zona para oír cara a cara los relatos de los pescadores, así como su compromiso de tomar medidas concretas, en el corto plazo, para hacer frente a la encrucijada.
Aunque está todavía en pleno desarrollo, el trabajo de la mesa muestra ya resultados palpables, como el acuerdo de preparar un código de buenas prácticas para que el sector artesanal se relacione con el animal.
El contenido específico del código no se resuelve aún, pero uno de sus acápites apuntará, por ejemplo, a desterrar costumbres inadecuadas que agudizan el problema, como aquella de limpiar los pescados a bordo de los botes y arrojar al mar las vísceras, uno de los bocados predilectos del lobo marino.
En el mismo marco, se resolvió organizar un concurso para recibir propuestas, respecto de los caminos que podrían seguirse con el fin de revertir las actuales dificultades, sin perder de vista que el lobo está en veda y que se encuentra protegido por convenciones internacionales.
Desde Puerto Montt, el intendente de la región de Los Lagos, Harry Jürgensen, saludó que la mesa haya sesionado en Calbuco: «nos alegra que el subsecretario Eduardo Riquelme nos visitara y que toque los temas referidos al lobo marino, porque nuestros pescadores luchan constantemente contra estos mamíferos».
Además de la Subpesca, la mesa del lobo está integrada por el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP), la Armada y Sernapesca.