En la quinta sesión de la denominada Mesa del Lobo Marino, convocada por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca) y realizada en la ciudad de Valparaíso (región de Valparaíso) el pasado viernes, el presidente de la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), Óscar Espinoza, sostuvo que el plazo de 90 días que durará la instancia es insuficiente para dar soluciones a la pesca artesanal respecto a la interacción del mamífero con la actividad.
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Según argumentó el dirigente, este hecho hace pensar al sector artesanal que la propuesta del gobierno solo quiere responder a los requerimientos que tiene Chile respecto al tratado internacional que se mantiene con la ORP-PS (Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur), más que querer solucionar un problema histórico que afecta al rubro pesquera-acuícola en general y que debería ser tratado por macrozonas y por pesquerías.
En la oportunidad, reiteró la necesidad de que la Mesa del Lobo Marino cuente con participación directa y permanente de representantes del sector en lo que queda del proceso, donde ya se tiene decidido la realización de un concurso a nivel nacional, pero del cual se desconocen los requisitos, los procesos de selección y el jurado, entre otros aspectos, donde estarían faltando programas y fondos estatales para enfrentar las pérdidas materiales que genera el lobo en la faenas.
Por su parte, el biólogo marino Pablo Pérez presentó un proyecto trabajado en conjunto con la Conapach, que permitiría ahuyentar los lobos marinos mediante frecuencias sonoras; iniciativa que mostró acompañando con las estadísticas disponibles en materia de la población de la especie y su crecimiento en las costas del país.
«En esta Mesa se está analizando la interacción del lobo marino desde el punto de vista de la pesquería de la merluza austral y se está olvidando que el problema es general, que existe en todo el país y que hace competir al pescador artesanal con el mamífero por los recursos, lo que termina en graves pérdidas económicas y materiales para el sector artesanal», enfatizó Espinoza.
Y agregó, «por eso pensamos que el trabajo que se está haciendo es en un muy breve plazo, sin tomar en cuenta las múltiples aristas que inciden en la interacción. Además, tenemos que dejar en claro que no estamos en contra de la especie, ni por la creación de una nueva pesquería, sino que se implementen soluciones reales con participación de los verdaderos actores, que están sufriendo el deterioro de sus artes de pesca y el hundimiento de sus embarcaciones».