El chorito o mejillón chileno (Mytilus chilensis, Hupe 1854) es un producto endémico del país sudamericano, pero no brilla como debería en las cocinas locales, ya que muchas veces es utilizado como relleno o como acompañamiento de otro producto del mar que es la estrella del plato.
Pero más allá de las fronteras chilenas, su realidad es diferente. Así lo sostiene Rodrigo Rosales, presidente de la Asociación de Mitilicultores de Chile (AmiChile), uno de los principales gremios dedicados a su cultivo, procesamiento y exportación. «En la Seafood Expo North America fue un año especial para nuestro mejillón, porque tuvo una campaña importante nuestra marca sectorial Patagonia Mussel, con la cual buscamos aumentar la demanda en el mercado norteamericano», relató Rosales.
Explicó que si bien el mejillón es un producto que se está vendiendo en Estados Unidos hace bastantes años, solo está presente en las principales ciudades, por lo que le queda aún un gran mercado por abarcar. Subrayó también que ha conquistado el mercado ruso: «Hoy por hoy, Rusia es uno de los mercados más importantes para el mejillón chileno. En el año 2010, hicimos una campaña que nos permitió pasar desde 600 toneladas de exportación a 6.000 en 2016».
De acuerdo con el análisis de Rosales junto con el presidente de la Sociedad Nacional de Pesca F.G. (Sonapesca), Osciel Velásquez, el bajo consumo se debe a que culturalmente, Chile consume más carnes rojas. Para cambiar esta tendencia y aumentar la ingesta de productos del mar entre los chilenos, se creó e impulsó la campaña «Come pescado y súmate al kilo de salud por año», donde el mejillón ha sido una de las preparaciones fuertes que se ha hecho en las cocinas demostrativas con las que se ha presentado esta iniciativa en diferentes ciudades del país.
Otra de las características del mejillón que para Rodrigo Rosales debe ser aprovechada por los chilenos es el precio. «El mejillón tiene una de las mejores relaciones precio/calidad de los productos del mar. El precio promedio de exportación es de US$2,6–US$2,7 por kilo», aseguró, agregando que el mejillón que hoy se cultiva en el país es un alimento listo para su consumo, pues se trata de un producto cocido y congelado, que no requiere cocción adicional.
Camila González, nutricionista de Aramark, detalló el aporte nutritivo que entrega el mejillón: «Contiene propiedades nutritivas múltiples, es alto en proteínas, rico en ácidos grasos omega-3, vitaminas del complejo B, vitamina C, potasio, ácido fólico, hierro, fósforo, manganeso, selenio y zinc, y su gran potencia es la vitamina B12», precisó.
Explicó que, además, contiene aminoácidos esenciales de lisina y treonina. «Estos aminoácidos cumplen un rol fundamental para el ser humano. La lisina participa en la regulación celular, estimula las hormonas del crecimiento, mejora la absorción de calcio. La treonina, por su parte, está encargada de la formación del colágeno y elastina, siendo de gran ayuda en la desintoxicación del hígado», puntualizó.
La nutricionista resaltó también que el consumo de mejillones es especialmente recomendado para las mujeres que se encuentran embarazadas, ya que los nutrientes que aporta son muy importantes para el desarrollo neuronal y para el crecimiento del feto. Por el contrario, precisó que aquellas personas que padezcan de «gota» deben ser más cautelosas en la ingesta de este producto marino por su alto contenido de ácido úrico.
Sobre las porciones, Camila González afirmó que «quince mejillones proporcionan la proteína equivalente a un filete de 170 gramos de carne extra magra, considerando esta porción para una persona adulta».
Finalmente, expresó que para obtener los beneficios de sus nutrientes es necesario consumir este marisco o los pescados mínimo dos veces a la semana.
¿Cómo consumirlos?
Sobre la manera de consumir el mejillón, la nutricionista de Aramark recomienda que es mejor ingerirlos cocidos, para lo cual se deben hervir por 5 minutos.
En caso de que se consuman en conserva, dijo hay que preferir aquellos que sean al agua y no en aceite y lavarlos, por su alto contenido de sodio.
La nutricionista aprovechó la ocasión para reiterar que el jugo de limón no produce cocción de los mariscos, solo baja su PH y entrega sabor.