Los principales indicadores de la actividad productiva, sanitaria y mortalidad de centros de cultivo de salmónidos de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, reúne el Informe Sanitario 2018 elaborado por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca).
Según detalla el documento, el año pasado operaron 315 centros de cultivo, ocho más que el ejercicio anterior, con una biomasa cultivada de 540.000 toneladas equivalente a 6% más de producción que en 2017. La mayor actividad se concentró en la región de Aysén y el cultivo de salmón Atlántico reunió el 70% de las cosechas, seguido por el salmón coho con 19% y por la trucha arcoíris con 11% de la producción.
En cuanto al control sanitario, la Anemia Infecciosa del Salmon (ISA), enfermedad que ha aumentado el número de casos en algunos de los principales países salmonicultores, en el país arrojó solo dos casos en la región de Aysén, «que fueron contenidos positivamente gracias a la estrategia de gestión sanitaria de detección temprana y control oportuno», aseguró Sernapesca.
La Piscirickettsiosis, en tanto, evidenció una baja de 34,5% de centros categorizados como Centros de Alta Diseminación, vinculado esto a una baja de 18% en el uso global de antimicrobianos y de 24% en el índice de consumo de antimicrobianos respecto a 2017. En cuanto al cáligus, la situación fue normal aunque este primer semestre muestra un leve aumento de carga parasitaria que está siendo monitoreado y que es revisado por la mesa público-privada liderada por Sernapesca que trabaja en generar una nueva estrategia y condiciones más estrictas de control.
Respecto a la mortalidad total, esta disminuyó 5,6% versus 2017, manteniendo un comportamiento normal con promedio mensual de 0,71%. Mientras que la mortalidad clasificada como causa infecciosa, se redujo 14,3%, respecto al año anterior.
Monitoreo
La subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, Marcela Lara, valoró la situación favorable de la gestión sanitaria del último año. «Demuestra que las medidas de vigilancia, control y detección temprana que tenemos implementadas han sido efectivas», sostuvo, advirtiendo no obstante que «siempre hay que estar pendiente ya que las condiciones climáticas están cambiando, a veces hay cambios en temperaturas, bajas de oxígeno y eso puede ser factor gatillante para que se presenten nuevas enfermedades o brotes de SRS o de cáligus». En este sentido, Marcela Lara enfatizó que resulta clave la transparencia y oportuna información que se genere desde los centros para actuar a tiempo y evitar la diseminación de las enfermedades.
Finalmente, el informe destaca nuevamente la condición de Chile como país libre de enfermedades exóticas, para lo cual Sernapesca el año 2018 incorporó el análisis en tiempo real específico para cada enfermedad, como técnica diagnóstica para la vigilancia de las Enfermedades de Alto Riesgo (EAR) notificables a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE).
«La inclusión de métodos más sensibles y específicos ha permitido robustecer la vigilancia epidemiológica oficial, otorgando un respaldo mayor al estatus sanitario de nuestro país, como libre de estas enfermedades de relevancia en el comercio internacional», recalcó Marcela Lara, quien reconoce que si bien ha habido una disminución importante en el uso de antimicrobianos aún queda por avanzar.
«Es un desafío importante que tenemos como país y en el que tenemos que avanzar, identificando las distintas estrategias y líneas a seguir para las próximos años en relación a este tema», concluyó.
En este ámbito, el viernes 28 de junio Sernapesca realizará un taller público-privado con la industria para abordar el manejo y uso de antimicrobianos y un plan de acción a corto plazo en esta materia.
Para más detalles, descargue aquí el Informe_Sanitario_Salmonicultura_en_Centros_Marinos_2018