Un nuevo hito se escribió en la sustentabilidad de la pesca de Chile. Lo anterior, tras la certificación bajo el estándar del Marine Stewardship Council (MSC) que establece que el jurel es una pesquería responsable con el medio ambiente, lo que permitirá utilizar el sello azul en los productos industriales de consumo humano. Este logro convierte al jurel en la pesquería certificada más grande de Latinoamérica, según afirmó la casa certificadora que llevó a cabo el proceso de evaluación.
La certificación del jurel se suma al logro obtenido por las pesquerías industriales de camarón nailon, langostino amarillo y colorado de las zonas centro-norte y centro-sur del país, además del krill de la zona antártica. Estas certificaciones son la respuesta del sector a los compromisos adquiridos en 2015 en el marco de la cumbre internacional Our Ocean, donde los gremios pesqueros de Sonapesca F.G. se comprometieron a iniciar procesos de verificación de sustentabilidad bajo el estándar del MSC para todas aquellas pesquerías sometidas al régimen de licencias transables de pesca (LTP).
Lea >> Seafood Expo: Pescado chileno recibe certificación internacional de sustentabilidad
«Este ha sido un arduo trabajo, un logro país, en la que la industria en conjunto con las autoridades y la institucionalidad pesquera nacional, ha demostrado su compromiso por una pesca sustentable y con futuro, a través de la aplicación del estándar MSC en una emblemática especie, del Pacífico sudoriental. Sin duda, es una excelente noticia para Chile y la pesca», enfatizó el presidente de la Sonapesca, Osciel Velásquez.
Lea >> Subpesca presentará al Congreso proyecto de sostenibilidad pesquera
El certificador independiente Lloyd’s Register evaluó la pesquería de jurel para decidir si alcanzaba el robusto estándar de pesca sostenible de MSC. Su evaluación examinó en detalle los tres principios del MSC sobre esta pesquería: Que la población de la especie objetivo esté saludable; El impacto de las actividades de pesca en el ecosistema; y si la pesquería está bien gestionada.
«Para nosotros es fundamental que nuestra actividad brinde seguridad alimentaria mediante una pesca con futuro. Por eso, en Sonapesca junto a nuestros gremios, trabajaremos de manera constante para incorporar a otras pesquerías industriales al programa de certificación MSC», subrayó Velásquez.
En la misma línea, la presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Macarena Cepeda, aseguró que para su gremio «es muy gratificante lo que está ocurriendo hoy, que viene a constatar que, tras más de siete años de trabajo, las medidas de conservación, la orientación científica en la toma de decisiones, el respeto por la institucionalidad y un enfoque precautorio de los países miembros de la OROP-PS (Organización Regional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur) han rendido sus frutos».
«Felicitaciones a la pesquería de jurel por alcanzar esta certificación», dijo por su parte Cristian Vallejos, quien es director del Programa Latino América del MSC. «Es evidente el fuerte trabajo de la pesquería para demostrar que ella está dedicada a su propia conservación y la de su ecosistema. Estamos orgullosos de tener otra pesquería en Latinoamérica demostrando que su sostenibilidad es importante y posible», añadió.
Actualmente, se trabaja en fases avanzadas en la certificación de la merluza del sur, y próximamente se espera incorporar alguna otra especie, como es el compromiso 2019-2020 de Sonapesca.
Recuperación del jurel
La pesquería del jurel vivió años complejos a fines de la década de los noventa y principios de la década del 2000, debido a una fuerte presión de pesca y fuertes cambios ambientales, aunque el sistema de cuotas individuales chileno logró ordenar la explotación de los recursos pesqueros. Posteriormente, se incorporó una creciente flota pesquera internacional y la ausencia de una regulación internacional afectaron su biomasa.
Ya en 2012, con la creación de la OROP-PS y la ratificación de su compromiso con la conservación de los recursos pesqueros de alta mar, además de la entrada en vigor de la nueva Ley de Pesca a partir de febrero de 2013, la pesquería del jurel ha presentado año a año una recuperación sostenida hasta situarla en 2018 en niveles de biomasa en torno al nivel objetivo correspondiente al máximo rendimiento sostenible (RMS), aseveran los gremios industriales.
«Esto demuestra que los recursos sí pueden recuperarse, pero la única manera de hacerlo es a través del compromiso sostenible de todos los actores, imponiendo mayores exigencias, trabajando los recursos en base a criterios científicos, e implementando planes de manejo efectivos», sostuvo Macarena Cepeda desde Asipes respecto a la recuperación del jurel.
«Esta certificación y los procesos que vendrán serán un aporte para la reciente política oceánica promulgada en 2018 por el Ministerio de Relaciones Exteriores. De hecho, los programas de certificación de pesquerías creemos que representan un campo de acción relevante en el ámbito de la explotación sustentable de recursos pesqueros y conservación del medio marino», complementó Osciel Velásquez.
La certificación MSC también se alinea con el compromiso de Chile con la Agenda 2030 que busca dar cumplimiento a las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que propuso la ONU. Este hecho va en línea, principalmente, con los ODS 14 y 12, que tienen foco en la conservación y utilización sostenible de los océanos, y con garantizar modalidades de consumo y producción sustentable, respectivamente.
Sobre esto último se refirió el subsecretario de Relaciones Exteriores (s), Patricio Torres, quien destacó la importancia de la certificación y aseguró que la misma «nos permite equilibrar factores ambientales y económicos bajo exigentes estándares internacionales».
Datos
Nombre común: jurel.
Nombre comercial: jack mackerel.
Líneas de producto: congelados, conservas, harina y aceite.
Desembarques 2018: 425.000 toneladas.
Exportaciones 2018: US$140 millones.
● Congelado = US$88 millones (principales mercados: Nigeria y Perú).
● Conservas = US$22 millones (principales mercados: Sri Lanka, Singapur, Jamaica, Argentina).
● Harina y aceite = US$30 millones (China, Japón, industria salmonicultora local).
*Foto destacada: cortesía ProChile.