Muy satisfechos dijeron sentirse los trabajadores de la industria pesquera nacional al dejar el salón «Entre Patios» de La Moneda en Santiago, región Metropolitana, lugar donde se realizó el encuentro entre dirigentes del sector y los ministros del Interior, Andrés Chadwick, y de Economía, Fomento y Turismo, José Ramón Valente, además de los subsecretarios del Interior, Rodrigo Ubilla, y de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme.
En la oportunidad, los trabajadores, representados por la Federación de Tripulantes de Chile (Fetrinech), Federaciones de Plantas de Procesos (Festrach y Fesip) y los Sindicatos de Patrones de Pesca y Sindicato de Motoristas de la Región del Biobío, hicieron presente a las autoridades los -a su juicio- principales problemas que en estos momentos afectan al sector, fundamentalmente el aspecto laboral y la poca presencia política del gobierno en el Congreso, donde se están discutiendo y votando proyectos relacionados con el rubro extractivo.
Juan Carlos González realizó una presentación donde dijo cómo a través del tiempo, y en que se han establecido nuevas normativas pesqueras y reemplazado las leyes de pesca, «los perjudicados han sido los trabajadores de la industria. Por ejemplo, en dieciséis años se han puesto en vigencia tres diferentes leyes de pesca, y en cada una de ellas hay pérdidas de puestos de trabajo, los que nunca más se recuperan, creando una incertidumbre de proyección de empleo».
Por su parte, Hugo Roa solicitó al Ejecutivo «ejercer su condición de gobierno y frenar los actos de congresistas que no le corresponden».
El presidente de la Festrach, Raúl Morales, señaló por su parte «la calidad de empleos, lo importante y necesario que se hace contar con la seguridad y tranquilidad de trabajar, ya que en su mayoría los empleos ocupados por las plantas de procesos son hechos por mujeres, quienes en gran parte son jefas de hogar».
Así lo corroboró Elena Fuentes, vicepresidenta de la Fesip, quien dio a conocer que en la planta de procesos en que se desempeña el 90% son mujeres. «La empresa trabaja con crustáceos y salmones en Tomé (región del Biobío) y depende del sistema de pesca con redes de arrastre. Entonces, de cerrar esta planta, no tan solo quedamos nosotros sin trabajo, sino que también prácticamente desaparece la ciudad puerto de Tomé, ya que la economía de la ciudad se enmarca a esta planta de procesos», argumentó.
En respuesta a lo expresado por los trabajadores, el ministro de Economía comentó que «podemos coincidir y discrepar en varias cosas, pero de todo lo planteado, en su mayoría coincidimos, que la actividad de pescar con redes de arrastre y la captura de la jibia es algo que no podemos entregar a nuestros vecinos peruanos, que son nuestra competencia pesquera, y tampoco podemos cerrar una actividad pesquera que entrega tantos buenos empleos».
Por su parte, el subsecretario de Pesca y Acuicultura manifestó que la utilización de los artes o aparejos de pesca «es un tema netamente técnico, y le corresponde a esta Subsecretaría resolverlo», enfatizó, aseverando que están «esperando el momento para entrar en la discusión».
Para cerrar la reunión, el ministro del Interior afirmó que el «gobierno está comprometido en mantener los trabajos estables y de calidad, como lo son los 40.000 que entrega la industria pesquera, y ojalá se pudieran crear 40.000 más. No debemos retroceder en artes de pesca, sino que se debe buscar desarrollo», añadió.
Es así como dijo que dejará en manos de cada intendente regional la «organización de mesas de trabajo, serias y constantes, en donde estén representados todos los organismos de los sectores: trabajadores, legisladores y gobierno, con el propósito de abordar todos los temas y problemáticas pesqueras que atenten contra los empleos».
Más adelante, Chadwick no descartó llegar al Tribunal Constitucional (TC) para terminar con el proyecto de ley discutido en el Congreso referente al arte de pesca para la jibia. «El gobierno está para hacer respetar la Constitución del país», concluyó el jefe del Interior.
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