Un 70% de las mujeres de los programas Pro Empleo de Talcahuano son desempleadas de la actividad pesquera industrial. Esto, de acuerdo con un comunicado de prensa emitido por la entidad denominada Embarcados de Chile en donde se sostiene que el cálculo lo realizaron dirigentes de quienes han estado manifestando en distintos puntos de la región del Biobío durante los últimos días. Aseguraron que aproximadamente el 95% de los cupos Pro Empleo de la comuna de Talcahuano están ocupados por mujeres.
La realidad, argumentaron, es que desde los últimos diez años la actividad pesquera ha ido reduciendo sus cupos de empleo debido a cambios en las normas que regulan la actividad y las desempleadas, la mayor parte de ellas jefas de hogar, quedaron sin compensaciones ni apoyos del Estado y ahora son en al menos un 40% de la población más vulnerable.
El cambio que esta administración está llevando a cabo en los programas Pro Empleo, como el no reemplazo, deja a la deriva y sin sostén económico a muchos hogares como en el caso de fallecimiento de la mujer que tenía el cupo, manifestaron las dirigentes. Por eso es tan importante que ese puesto se reemplace con un miembro de la familia, puntualizaron.
Graciela Pinilla, participante porteña en las manifestaciones, dijo que «esta semana ha sido sumamente desgastante para nosotras porque hemos marchado y eso agota a las socias debido a que hay muchas adultas mayores. Realizaremos una actividad que nos permita retomar fuerza, una ‘sopaipillada’, en la plaza de Talcahuano. El día jueves (4 de octubre) manifestamos frente a isla Rocuant y ocupamos la calle por unos 40 minutos, y marchamos contra el tránsito al centro de la ciudad en un momento. La decisión de no salir de las comunas el jueves fue precisamente porque las socias están cansadas, además no había clases y los hijos estaban en las casas. La mayoría de las socias son mujeres de sobre 55 años con enfermedades crónicas y se están descompensando con las acciones de movilización, a una de las manifestantes incluso debimos llevarla a hospital porque se desmayó».
Más adelante, aseveró que «la mayoría trabajamos en la pesca, pero se fue reduciendo la actividad y quedamos cesantes y sin compensaciones». Expresó que los posibles cambios a la legislación sectorial, como el proyecto de la jibia, «dejarán, nuevamente, miles de personas cesantes. Son hombres y mujeres que hoy tienen un trabajo formal y no están en edad de ser aceptados, en otros rubros, en el mercado laboral», añadió.
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Los datos subrayan que la alta fuerza laboral pesquera está no solo en Talcahuano, sino también en Tomé, Hualpén, Coronel y Lota, y los antecedentes citados por Embarcados de Chile son que con el cambio de «carrera olímpica» a Límite Máximo de Captura por Armador se perdieron 1.800 cupos de trabajo formal, quedando 100 barcos fuera de operación, y que con la Ley 20.657 se perdió otro 30% de la fuerza laboral embarcada.
«De 22 plantas de procesos quedaron siete, y se perdieron 8.000 puestos de trabajo, el 90% de estos de mujeres», aseguró la organización ligada a dirigentes de la pesca industrial.