Trabajadores de la industria pesquera sellaron dos reuniones con el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme, manifestando su rechazo tanto a la denominada «Ley de la Jibia» como al veto aditivo que proponía el Ejecutivo, y sosteniendo que «el gobierno tiene la posibilidad de superar el actual conflicto sustituyendo el proyecto por uno que consensúe el bien común de todos los actores».
Esto fue comunicado luego que en la cita del lunes Riquelme se comprometiera a canalizar la demanda de plataforma social de los trabajadores, en pos de generar una mesa interministerial de Trabajo y Economía.
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Las mujeres y hombres de mar movilizados desde hace dos semanas suspendieron el paro de flota y planta ante la apertura del gobierno a dialogar, aunque los sindicatos interempresas de Capitanes, Motoristas, Tripulantes de Naves Sardineras, de Tripulantes de Arrastre, Federación de Sindicatos de Plantas de Proceso (Fesip) y AG PescaPyme, advirtieron que continúan «en alerta».
Antes de entrar a la reunión con el subsecretario, intercambiaron análisis con los dirigentes de los artesanales cerqueros que salían de su propia reunión con Riquelme, y coincidieron con ellos en que: «antes que este proyecto de la jibia fuera impulsado por los diputados Torres y Nuñez, trabajábamos sin amenazas ni problemas, ni diferencias entre nosotros. Este proyecto ha provocado enormes diferencias entre los actores del sector pesquero y el gobierno tiene la obligación de volver al equilibrio y a la paz social», expresó Juan Carlos González, presidente del sindicato de capitanes.
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En la instancia, los dirigentes de las seis organizaciones reiteraron que no apoyan el veto ni están de acuerdo con la eventual ley, y llamaron a que el gobierno intervenga generando un proyecto distinto al actual.
Desde la perspectiva de los trabajadores industriales, la «Ley de la Jibia» provocará desempleo y aseguran que también conlleva problemas relacionados con la fauna acompañante. En esta línea, González dijo: «no queremos que el proyecto paralice los siete barcos jibieros de los que dependen directamente 150 hombres, cada uno de los cuales es una familia».
Es por eso que, añaden, la plataforma social debe tener considerados aspectos como pensiones, con mitigaciones, con deudas hipotecarias, estudios de hijos, entre otros.
Además, afirman que se está legislado «de forma ideologizada» y esto se grafica en que «choca con leyes del trabajo como la del ‘saco’, con la actual ley de pesca (fauna acompañante) y porque los precursores argumentaron que los barcos industriales podían convertirse en poteros ignorando que una nave así es de recolección lenta, que debe estar varios días en el mar y proceso a bordo; en rigor, es un factoría tipo de nave que en Chile no pueden operar del paralelo 47 al norte. El proyecto, a su vez, choca con el tema institucional porque le quita una atribución que hoy tiene el Ejecutivo de poder cambiar las artes de pesca al Legislativo», concluyó González.
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