Ante el proyecto de ley que fija la potera y línea de mano como el único arte de pesca para extracción de la jibia, pescadores artesanales que ocupan otros aparejos, como red de enmalle, espinel y cerco, permanecen en alerta a las condiciones en que quedará la especie como fauna acompañante de otras pesquerías. Solicitan que quede contemplado en la normativa.
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Al respecto, de acuerdo con lo sostenido por la Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile (Conapach), dirigentes de las zonas norte, centro y sur, coincidieron en que el proyecto está mal planteado, pues deja el recurso en mano de unos pocos artesanales y tal como está definido, traerá desempleo, multas y otros inconvenientes.
En este sentido, Segundo Herrera, presidente de la Asociación Gremial (A.G.) de Pescadores Cerqueros y director de la Federación de Los Lagos, afirmó que «en la práctica el proyecto de ley traerá más problemas que beneficios a los demás pescadores artesanales, pues no se ha contemplado el carácter altamente migratorio de la especie y su interacción con la mayoría de las pesquerías».
A su vez, argumentó que hay años en que la jibia ha varado en los canales de la región de Los Lagos, al punto de generar una alarma sanitaria, «entonces no sabemos qué podría pasar si sale en cantidades importantes en las redes; lo más probable es que estemos llenos de multas que no podremos pagar o terminemos botando el recurso, lo que sería una pérdida importante», enfatizó el dirigente.
Herrera propone que el modelo a seguir podría ser el ocupado años atrás con la pesquería de la merluza austral y su interacción con la reineta: «en cuanto se agregó el registro de reineta a todas las embarcaciones que realizaban la pesca de la merluza austral». En esta línea, puntualizó que podría pasar lo mismo con la pesca pelágica y la jibia, agregando la pesquería a quienes desarrollan captura de recursos pelágicos, debido a la alta incidencia que existe entre ambas pesquerías.
En representación de la región del Biobío, César Jorquera, quien es el presidente de la A.G. de Pescadores Artesanales de San Vicente y director de la Conapach, en su presentación ante la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado realizada el 22 de agosto de este año, aseveró que la iniciativa legal «desconoce los derechos que tienen los pescadores artesanales cerqueros respecto a la historia de extracción de la jibia», graficando con cifras los inicios de la misma y «cómo en la actualidad se ha convertido en una alternativa para todos los pescadores artesanales».
En la oportunidad, Jorquera «desmitificó el daño que la captura de jibia con cerco produce en otras pesquerías», precisando que las faenas se realizan entre la cuarta y la octava milla «y no sobre el fondo marino», argumentando además que la «cantidad de recurso que se está extrayendo en la actualidad ha bajado desde 40 toneladas hasta llegar a las 20 toneladas por embarcación».
Por su parte, el presidente del Sindicato de Armadores de la Región de Atacama, Giulliano Reynuaba, dijo no estar de acuerdo con el proyecto, pues -según afirmó- se ha «tomado como un negocio personal, sin visión de futuro, que no entrega verdaderas soluciones. Mi embarcación, por ejemplo, tiene el recurso inscrito con cerco, pero aparte de eso, la jibia es depredadora de la sardina y anchoveta, lo que terminaría afectando esa pesquería, perjudicando a unas 300 personas solo acá en la caleta de Caldera».
«Además, si hablamos de derechos adquiridos, el gobierno tendría que indemnizar a quienes tienen el recurso inscrito por décadas, tal como se hace con la industria cada vez que se les ha quitado algo o ha resultado perjudicada por algún evento climático», subrayó el dirigente.
Y agregó, «por otro lado, no se ha tenido en cuenta que, al igual que el jurel, la jibia se encuentra dentro de los convenios que se suscriben con la OROP-PS (Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur) y, si queda solamente con potera y línea mano, no seremos capaces de capturar las 200.000 toneladas que hoy disponemos como país y que por añadidura, se verá disminuida en los próximos años, perjudicando a la pesca en general».
Para cerrar, Reynuaba sostuvo que antes de legislar, deberían haber considerado las embarcaciones con cerco que tienen la jibia inscrita. «Nos vamos a ver afectados directamente con esta ley, además por el carácter variable de los porcentajes que salen como fauna acompañante en otras pesquerías, por tratarse de una especie altamente migratoria. Por todo lo anterior, anularía el proyecto porque beneficia a algunos pescadores que buscan el lucro personal en desmedro de la pesca artesanal en general», concluyó el atacameño.
*Fuente de la foto destacada: Archivo Diego Chávez | Centro IDEAL
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