En un acto en dependencias de la Dirección Regional La Araucanía del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), se realizó la sesión de constitución de la Comisión Intersectorial de la Región de La Araucanía, órgano que tendrá como misión pronunciarse sobre los planes de administración que presenten las organizaciones de pescadores artesanales al momento de postular a la asignación de una caleta, asimismo será el ente encargado de velar por el cumplimiento de las disposiciones y seguimientos de esta nueva normativa.
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La Comisión quedó integrada por el director regional de Pesca y Acuicultura, Manuel Masquiarán Stuardo; el director zonal de Pesca y Acuicultura, Cristian Espinoza Montenegro; un representante de la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Economía, Fomento y Turismo, Alexis Caniuleo Arias; el representante de la Dirección de Obras Portuarias (DOP), Claudia Müller Osses; el capitán de Puerto de Carahue, Cristian Zamora Ramírez, y en representación de la Capitanía de Puerto de Valdivia, el alcalde de mar de Queule, Carlos Guajardo Valencia.
La constitución de la Comisión es el primer paso para la ejecución de una ley que, como destacó el director regional del Sernapesca, se transforma en un hito para el desarrollo armónico de las caletas.
«En nuestra región tenemos nueve caletas y más de 1.200 de pescadores que trabajan en torno a esta actividad, y este instrumento es clave para avanzar junto con las organizaciones de pesca a convertir las caletas y asentamientos costeros en polos de desarrollo productivo y económico, sin que pierdan la identidad y valor cultural por el cual hoy son reconocidas», subrayó Masquiarán.
La nueva Ley de Caletas propicia que el Sernapesca asigne a un plazo máximo de 30 años la destinación de caletas o espacios costeros como polos de desarrollo productivo donde, además de realizar actividades pesqueras, las organizaciones de pescadores podrán impulsar actividades productivas, comerciales, culturales u otras, vinculadas directa o indirectamente a la pesca, como turismo, transformación, pesca recreativa, acuicultura de pequeña escala, puestos de venta de productos del mar y/o de artesanía local, gastronomía e incluso estacionamientos.