(EMOL) Los lodos orgánicos en que se convirtieron los salmones del buque «Seikongen», que se hundió en octubre del año pasado en Chiloé, no podrán ser depositados en la planta de tratamiento de residuos industriales que los esperaba en Osorno, región de Los Lagos.
Esto, luego de que la Corte de Apelaciones de Valdivia acogiera esta semana la orden de no innovar presentada por la municipalidad contra CPT Empresas Marítimas, que es la firma propietaria del wellboat.
De esta forma, el depósito de estos lodos -producto de un proceso industrial- se suspende momentáneamente como lo ha solicitado el alcalde Jaime Bertín que buscan evitar que los desechos del barco lleguen a la comuna.
La decisión del tribunal de alzada fue abordada por el intendente de Los Lagos, Harry Jürgensen, quien desestimó supuestos peligros por la descarga de este material orgánico.
«Personalmente estuve en la planta, verifiqué el proceso, tomé el lodo final, y de verdad pude comprobar que ni siquiera tiene un olor», dijo la autoridad regional a Vértice TV.
«Que la gente de Osorno no crea que esto es una bomba atómica; esto no es nada, es mucho menos que las cientos de camionadas que pasan todos los días por la ciudad hacia los vertederos que están en Curaco», añadió.
En este escenario, la firma dueña de la planta de tratamientos de residuos industriales deberá presentar informes técnicos que avalen que está en condiciones de recibir la carga.
La acción judicial del municipio osornino se suma a la que antes ejerció la alcaldía de Talcahuano, que en agosto fue acogido por la Corte de Apelaciones de Concepción, que evitó que el barco llegara al puerto.
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Es por esto que el «Seikongen» finalmente fue llevado hasta el golfete de Quetalmahue, en la comuna de Ancud, provincia de Chiloé, donde también recibió el rechazo de los habitantes.
En este contexto, el 12 de septiembre pasado, la Armada aprobó el plan de descarga del buque que se realizó en el vertedero Panitao, en las cercanías del puerto de Calbuco, donde aún espera un lugar para ser depositada.
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