Este martes 27 de febrero, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, firmó los decretos de creación de áreas marinas protegidas, y organizaciones por la protección del medio ambiente como Ecocéanos, Defendamos Chiloé, FIMA y Greenpeace, junto con comunidades kawésqar y pescadores artesanales, interpelaron a la mandataria a incluir la protección de las aguas del Parque Nacional Kawésqar, perteneciente a la Red de Parques de la Patagonia, «y así cumplir su promesa».
«Nos encontramos con la brutal sorpresa de que la anunciada Red de Parques de la Patagonia contará con el Parque Nacional Kawésqar pero que este será el único que no protegerá sus aguas. Esto significa que los mares adyacentes al Parque Nacional Kawésqar, donde existen poblaciones de lobo marino común, lobo fino austral, huillín, chungungo, además de ballena franca, ballena jorobada, rorcual común, delfín austral, delfín chileno, orcas, elefantes marinos y ballenas, quedarán sin protección; situación que esperamos la Presidenta Michelle Bachelet pueda revocar antes de dejar su mandato», subrayaron las organizaciones ecologistas en un comunicado conjunto.
El pasado 29 de enero, la jefa de Estado firmó el decreto que confirma la creación de la Red Nacional de Parques de la Patagonia, legado del fallecido Douglas Tompkins. Esta iniciativa ha llamado fuertemente la atención dentro y fuera de Chile, siendo incluso elegida por el New York Times como «una ruta que permite conectar una red de 17 parques nacionales, serpenteando los bosques vírgenes de la Patagonia, los volcanes nevados y el salvaje borde costero».
«Es incomprensible que en el Parque Nacional que ha sido anunciado con bombos y platillos, el Gobierno esté sacrificando la protección del medio ambiente dejando los mares de la Patagonia expuestos a un daño que puede ser permanente e irreversible. En esos mares están a punto de aprobarse concesiones salmonicultoras que no son compatibles con las poblaciones de delfines y ballenas que existen en los mares inmediatos al Parque Nacional Kawésqar. Hoy es el Gobierno el que tiene en sus manos la decisión de crear un área marina protegida que frene el avance y expansión de la industria de la salmonicultura en esta zona de Magallanes, que además es parte de la Red de Parques de la Patagonia. Sin un freno a la industria, la protección de esta zona será letra muerta», adujo la coordinadora de campaña de Greenpeace, Estefanía González.
Amigos por favor compartir, debemos hacer conciencia y poder salvar nuestro patrimonio natural, aquí un caso emblemático. *Salvemos el Parque Nacional KAWÉSQAR*, esta siendo destruido por las salmoneras, por favor compartir! RT #salvemoselparquenacionalkawesqar pic.twitter.com/XFnGcf7H6w
— Felipe Mella Morales (@Fmella) 26 de febrero de 2018
Por su parte, las comunidades kawésqar manifestaron en el comunicado que: «La creación de un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) en las aguas adyacentes al recientemente creado Parque Nacional Kawésqar constituye un paso histórico y estratégico, tanto para la conservación de la prístina biodiversidad de la Patagonia chilena como para el respeto de los legítimos derechos de la pesca artesanal en sus diversas modalidades, y del Pueblo Kawésqar, en su derecho ancestral de acceso y uso a su territorio marino-costero, mediante las actividades culturales y de subsistencia de pesca, caza y recolección que viene efectuando desde hace 6.000 años en aguas de la Patagonia occidental».
Mientras que pescadores de la provincia de Ultima Esperanza, en la región de Magallanes y de la Antártica Chilena, declararon su apoyo e instaron «al Consejo de Ministros de la Sustentabilidad a manifestarse a favor de la declaración de esta área, dando a conocer de forma clara y explícita los usos y restricciones que serán considerados dentro de ella, para evitar incertidumbre a los pescadores artesanales de nuestra región. Exigimos que dentro del área hayan zonas reservadas para la pesca artesanal, además que se respete el objetivo de protección que tienen los parques nacionales y las áreas marinas protegidas, prohibiendo la presencia de Áreas Aptas para la Acuicultura (AAA) dentro de esta, haciendo una importante diferenciación entre lo que es la acuicultura industrial que contamina nuestras costas, de lo que sería la acuicultura a pequeña escala que podría llegarse a desarrollar como iniciativas desde la pesca artesanal».