La entidad denominada «Embarcados de Chile», que agrupa -entre otros- a capitanes y tripulantes de la flota pesquera industrial, manifestaron tras la instalación del nuevo gobierno de Sebastián Piñera que una de las exigencias que plantean es que se termine con el sistema de licitaciones.
Hugo Roa (en la foto de la izquierda), presidente del Sindicato Interempresa de Tripulantes, y Juan Carlos González (en la foto de la derecha), timonel del Sindicato Interempresa de Patrones, afirmaron que una de las preocupaciones centrales de sus representados es que las licitaciones de porcentajes de cuotas de pesca tienen impactos sociales y también para los recursos. Argumentaron que cuando se debatió instalar el sistema en la ley, advirtieron que provocaría precisamente lo que se quería atenuar o evitar, la concentración de cuotas de pesca en pocos operadores.
En esa línea, subrayan que el «mecanismo debe desaparecer y con mayor urgencia respecto de pesquerías colapsadas», donde califican de «impresentable que se licite». Adujeron que en la reciente licitación de la cuota de jurel se dejó en exclusividad el 60% para las llamadas empresas de menor tamaño, «esto sin normas de protección laboral y social; lamentablemente tampoco se estableció la obligatoriedad de capturar lo que licitaban, medidas que habrían evitado la especulación con los recursos pesqueros, cuestión que ahora ocurrirá y durante 20 años», subrayaron ambos dirigentes en un comunicado conjunto.
Más adelante, aseguraron que lo licitado es un porcentaje que «se le quitó a trabajadores del sector embarcado», y denunciaron: «El efecto inmediato es que se desestabilizaron los contratos colectivos. También se adjudicó cuota a una empresa que de 25% pasó a aumentar 35% la participación en jurel; es decir, que aquello que se critica a la ley de pesca, la concentración en pocas manos, se fomenta con las licitaciones».
El argumento para licitar -añadieron Roa y González- es que entran recursos a las arcas del Estado, «pero ese mismo Estado debería cuidar los empleos formales que son los que pone en riesgo y/o precariza el hecho de quedar con menos cuota».
«Las licitaciones lo que hicieron fue pegarnos a nosotros, los trabajadores, y queda demostrado que es uno de los articulados más nefastos de la ley de pesca respecto de la cual entendemos se producirá un debate en el que, hemos dicho, las recomendaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) deben constituir la base para cambios al cuerpo legal. Todo, entendiendo que esperamos participar en la revisión de la ley, con nuestra permanente apertura al diálogo y forma de trabajo que implica entregar argumentos objetivos, válidos y sólidos».
De acuerdo con lo sostenido por Roa y González, capitanes y tripulantes esperan que las autoridades escuchen a los diferentes actores de la pesca en el debate de la ley. «También que se termine con la discriminación de no considerarnos pescadores. Todos quienes navegamos, en distintas tareas, para pescar, somos pescadores y la comunidad internacional así lo reconoce. Necesitamos que el Estado de Chile también lo haga», manifestaron, concluyendo que los embarcados también insistirán en que se ratifique el Convenio 188 sobre condiciones laborales a bordo.