(La Prensa Austral) «Todo lo que acordemos será letra muerta, ya que el reglamento de uso múltiple queda para el próximo gobierno, situación que es muy poco seria». Así recriminó el presidente de la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Magallanes (Apstm), Drago Covacich, lo que está pasando frente a la creación del Parque Nacional Kawésqar y a lo expresado por el actual gobierno respecto a declarar esta reserva bajo la figura de Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Usos (AMCP-MU).
Ello -según el máximo representante de esta agrupación- provocaría el cierre de la industria, ya que restringiría las zonas de pesca, provocando un hacinamiento de las empresas y no permitiría el traslado hacia los sectores en donde se desplazan los peces.
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«Nos veremos muy afectados, ya que quedamos con un techo y mueren todas las solicitudes y relocalizaciones. Producto de esto ni siquiera podremos mantener nuestras producciones y fuentes laborales, ya que cada año irán a la baja hasta que sea inviable continuar», aseguró el dirigente gremial.
Sobre la reunión que sostuvieron hace unas semanas con el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, el presidente de los salmonicultores realizó una fuerte crítica, subrayando que «no valió de nada». Argumentó lo dicho sosteniendo: «Si bien ellos son los que lo decretan (el actual gobierno), no serán los encargados de implementarlo, entonces todo lo que acordemos es letra muerta. Por la simple razón de que el reglamento de uso múltiple quedará para el próximo gobierno, situación que es muy poco seria, por decir lo menos».
Según aseveró Covacich, los salmonicultores no serán los únicos perjudicados con esta medida, sino también la pesca artesanal: «Ellos también se verán afectados, ya que la administración del territorio pasará al Ministerio del Medio Ambiente y a la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Lo que considero absurdo y un retroceso, debido a que, cuando el mundo requiere alimentos sanos, nuestro propio país está coartando su producción».
Algas nocivas
Mientras el gremio fija su postura sobre la materia antes abordada, desde la región de Los Lagos a la de Magallanes y de la Antártica Chilena son 82 los centros de cultivo comprometidos, aunque en la austral región es solo un sitio el que ha sido afectado.
La menor incidencia de este fenómeno en Magallanes se debe a sus particulares condiciones oceanográficas y climáticas, como menores temperaturas y mayor cantidad de viento, las que provocan que estos episodios ocurran de manera muy esporádica, a diferencia de la crisis que se vive en las empresas salmonicultoras ubicadas en Aysén y Los Lagos.
Así lo describe Drago Covacich, asegurando que se trata de un hecho bastante particular: «Lo qué ocurrió en el centro de cultivo de salmón Atlántico ‘Estero Córdova’ fue la mortalidad de 50.000 peces de la empresa Australis, lo que equivale a 300 toneladas, producto de la floración de algas nocivas».
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El líder de la Apstm recalcó que esta situación se vive en todos los veranos debido a las altas temperaturas, ya que estas generan una baja en el nivel de oxígeno de las aguas, que provocan un florecimiento algal. «Estas últimas se comienzan a desplazar hacia la superficie en búsqueda de este gas, creciendo exponencialmente y tapando las branquias de los peces, lo que finalmente provoca la muerte de estos», precisó.
Frente a este efecto de la naturaleza, como lo afirma Covacich, existe un plan de mitigación, el cual dispone de sistemas de aireaciones en todo el perímetro del centro, por lo que se comienza a colocar aire y oxígeno al agua con el fin de minimizar el riesgo de mortalidad.
Sobre el tratamiento de los salmones muertos, el dirigente del gremio salmonicultor describe en líneas generales este importante proceso: «La totalidad de los centros tienen por reglamentación plantas de trituración, luego de este proceso se neutraliza para mantener un pH bajo y así evitar la descomposición, para finalmente llevar este líquido en barcos hacia las plantas autorizadas para este proceso».
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