La temporada de captura de sardina y anchoveta en la región del Biobío se inició el viernes 9 de marzo, y a menos de dos semanas desde ese día, existen pescadores que dicen haber completado su cuota, sin posibilidad de volver a trabajar hasta fines de abril, cuando se decrete el aumento de la cuota de extracción para el recurso.
Tildan a la situación como grave, pues para algunos armadores la cuota duró solo un día y medio; problemática que fue planteada por la representante de la Federación Regional de Pescadores Artesanales y Ramas Afines (Fedepes Biobío), Sara Garrido, durante el primer encuentro de la entidad con el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Eduardo Riquelme.
Vea >> Plantean demandas del Biobío a nuevo timonel de la Subpesca
En tanto, otros pescadores que lograron mayor cuota para la temporada, estiman que cuentan con días de trabajo que concluirían antes del cierre de esta semana.
Es el caso de Omar Bustos, quien es secretario de la Agrupación Gremial de Pescadores Artesanales de Caleta Lo Rojas en Coronel. Él, como armador, tiene asignada una cuota de 201 toneladas, y la dificultad es tal, mencionó el armador, que «el 90% de las embarcaciones menores a 12 metros ya se fueron a puerto porque no tienen cuota». Una situación que califica de «ridícula», pues nunca había visto tal cantidad de peces en el mar, con «manchones gigantes» de sardinas y anchovetas, asegura.
Mismo escenario relata Rigoberto Durán, presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales y Buzos Mariscadores (Siparbumar), de Caleta Lo Rojas, quien tiene un total de 522 toneladas de cuota asignada. «Trabajo con 30 tripulantes, cómo lo hago para mantener a 30 familias que dependen de este trabajo. Los hombres están cabizbajos, me dicen ‘jefe, qué vamos a hacer’. Y yo me pregunto, ¿a quién le estamos cuidado el recurso? Soy presidente de un sindicato de 45 armadores y 230 tripulantes, imagínese cómo me siento al ver que un armador del sindicato al que represento trabajó un solo día», expresó Durán.
Biomasa
La biomasa estimada a nivel nacional, de acuerdo con las mediciones realizadas en el verano que son citadas por los pescadores, corresponde a 2.424.000 toneladas de sardina común, de las cuales 1.095.000 toneladas estarían en la región del Biobío. A esto se suma la cantidad de anchoveta estimada, que alcanza las 347.000 toneladas.
Respecto a la cuota, desde 2012 el promedio entregado a la pesca artesanal ha sido de un 15% de la biomasa disponible, según comentó el presidente del sindicado Sarpar Biobío de Talcahuano, Pedro Irigoyen. No obstante, este 2018 la cuota asignada por el comité científico para la macrozona que va desde la región de Valparaíso a la del Biobío fue de un 9,5% de la biomasa, equivalente a 225.887 toneladas de sardina y 37.676 de anchoveta, es decir, 263.553 toneladas en total. De esto, lo correspondiente para el Biobío fueron 137.700 toneladas aproximadamente.
Según Irigoyen, considerando los datos históricos y la biomasa disponible, la cuota debió acercarse a las 415.000 toneladas sumando ambos recursos. En abril esta cuota debería aumentar, lo que los pescadores artesanales esperan con ansias, y con ello alcanzar las 415.000 toneladas. «Pero, hasta ahora, nadie puede asegurar que el aumento logre aquella cuota ideal», añade el representante de Sarpar Biobío.
Llamado
Los pescadores afectados formularon un llamado a las autoridades regionales, principalmente al intendente, Jorge Ulloa, y además al subsecretario de Pesca y Acuicultura y al ministro de Economía, José Ramón Valente, a tomar en cuenta la situación del Biobío en materia de cuota pelágica.
Las mujeres y hombres de mar proyectan que, antes de fin de mes, habrá un «cementerio de embarcaciones» en las caletas, pues no podrán pescar. Y, frente a esto, las «inminentes manifestaciones en las calles no se harán esperar», concluyen en la Fedepes.